Entre dos clubes tan próximos en el corredor mediterráneo y que han peleado por los mismos objetivos durante la última década es normal que hayan coincidido en un buen número de futbolistas que han defendido las dos camisetas. Así, en la última década son hasta 14 los jugadores que han pasado por los dos Nou Estadi (el de Tarragona y el ahora Ciutat, antes llamado así). El caso más reciente es el de Diego Torres, verdugo granota el pasado ejercicio, pero el delantero es sólo uno más dentro de una larga nómina que también incluye haber compartido hasta tres entrenadores.
Siguiendo con los atacantes, el Nàstic apostó en el ejercicio 96-97 por Andrés Olivas, espigado ariete valenciano que cuatro años antes goleó para el Levante y que en su currículum puede presumir de haber sido pionero a la hora de irse a jugar a China. Con menos predicamento dentro de la casa granota, Xavier Bartola pasó por la entidad de Orriols en la 95-96, pero aunque vino como fichaje destacado, se fue por la puerta de atrás inmerso en una sequía anotadora de la que saldría cuando aterrizó en Tarragona un año más tarde. El ex delantero ha hecho carrera en la casa y fue el preparador físico de Luis César.
Otro ariete que vistió las dos camisetas en Segunda B fue Kali Garrido, que consiguió el ascenso a Segunda con el Levante (98-99) un año antes de irse al Nàstic. El mismo camino pero en diferente sentido lo recorrió Ángel Cuellar que, tras recuperarse para el fútbol en Tarragona (01-02) y pasar por Ferrol, llegó a la entidad valenciana para participar en el ascenso a Primera y en la siguiente campaña. Un caso curioso es el de Gaizka Saizar, que de joven pasó por la entidad catalana para acabar en el Levante B. La nómina de puntas la cierra el mencionado Diego Torres, que no cuajó en la casa granota, con la que descendió en 01-02, pero fue héroe en Tarragona, siendo clave en los dos ascensos.
Un granota de corazón y que sabe lo que es ser socio, David García, es ahora uno de los capitanes del Nàstic tras haberse curtido en la cantera levantinista y en la del Barça. Otro de los que participará en el duelo del domingo y que sabe lo que es estar en el otro bando es Diego Camacho, que pasó por el Nàstic en la lejana 97-98 (26 partidos y un gol). Jordi Masnou sí hizo carrera en las filas tarraconenses siendo la piedra angular de su medular. Antes, en la 94-95, el centrocampista fue el eje del Levante de Juande Ramos. Menos calidad, pero más brega aportó el central Luis Miguel Garrido, ahora en el Alcoyano, que pasó de Orriols (96-97) al Nàstic (97-98). También lucieron las dos zamarras el valenciano Sergio Barila (Levante 97-98 y Nàstic 00-01, siendo partícipe del ascenso a Segunda), o los laterales Ruiz Otxoa y Morales. Este fluido trasvase se completa con Antonio Roa, capitán granota varios años que se marchó a Tarragona en la 02-03.
En cuanto a los entrenadores, Jordi Gonzalvo se sentó en ambos banquillos, en el granota en la 93-94 y en el catalán en la 95-96, al igual que sucedió con dos valencianos que, curiosamente, también se relevaron. En el ejercicio 02-03, José Carlos Granero dirigió al cuadro catalán hasta la jornada 21, en la que fue sustituido por Pepe Balaguer, que ya lo había hecho un año antes en el Levante.
