La progresión del Liverpool se frena lejos de Anfield. Es la quinta derrota fuera de casa de los de Rafa Benítez, que sigue sin sacar puntos en las visitas a los grandes de la Premier. La plantilla es superior a temporadas anteriores, pero más en teoría que sobre el campo. El Arsenal, con Almunia en la portería por enfermedad de Lehmann, comienza a reencontrar su mejor forma en su nuevo estadio, el Emirates.

Le falta al Liverpool un punto de sorpresa. Lo que le dio, por ejemplo, Mark González a la Real Sociedad la temporada pasada, pero que no pudo conseguir en su tercer partido como titular ayer. Zenden ocupó el centro del campo con Xabi Alonso que se cargó el equipo a las espaldas, mientras Steven Gerrard decidía si se había levantado con buen pie o no. La conclusión debió ser que lo hizo con el pie malo. Lo de la sorpresa viene a cuento por los tantos del Arsenal: los movimientos de Van Persie, Henry (sin ser el Henry del año pasado), de Cesc (espléndido y asistente en el primer tanto) o Hleb hacen al Arsenal imprevisible y hasta un lateral puede abrir el marcador o un central, Touré, puede acabar un contraataque. El tercero también lo marcó un defensa, Gallas. El lunes será negro en Melwood aunque el nuevo objetivo (asegurarse la Champions) no está demasiado lejano.