Un mordisco de Defoe a Mascherano escandaliza a la Premiership inglesa

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Un mordisco de Defoe a Mascherano escandaliza a la Premiership inglesa

Un mordisco de Defoe a Mascherano escandaliza a la Premiership inglesa

reuters

La novena jornada de la Liga inglesa vino marcada por una polémica acción en el partido entre el Tottenham y el West Ham. Tras tres faltas de Mascherano a Defoe en diez minutos, el jugador de los Spurs setomó la justicia por su mano y mordió entre el pecho y el brazo al argentino. Defoe se defiende diciendo que fue "una travesura" y los profesionales apagan el fuego, pero Gobierno y FA quieren sanciones.

A Javier Mascherano ya se le conoce en los fórums de internet como Javier Mascarpone. Se lo debe al delantero del Tottenham Jermain Defoe, quien frustrado por la tercera entrada del mediocentro del West Ham en diez minutos, decidió tomarse la justicia por su mano y mordió el brazo del argentino en un gesto entre juguetón y rabioso. "El jugador ha descubierto públicamente una versión ligera de su canibalismo", escribe de broma un aficionado del Tottenham.

Sin embargo, la Federación Inglesa ha decidido tomárselo mucho más en serio: aunque el árbitro Steve Bennett sacó tarjeta amarilla a ambos jugadores, más bien como consecuencia de la pelea masiva que se produjo tras el incidente, podría tomar cartas en el asunto y rearbitrar la acción. Y hasta el ministro de Deportes ha pedido una investigación.

El entrenador del Tottenham, Martin Jol, se apunta a la visión más inocente de lo ocurrido casi al final de la primera parte del encuentro. "Le mordió un poquitín su brazo, pero seguro que no le dejó marca pese a la reacción del argentino que pareció recibir un balazo. Pregúntale a Mascherano si tiene alguna marca", dice Jol. "Es parte del juego. A Defoe le entraron por detrás en tres ocasiones los diez minutos anteriores y quiso mostrar su frustración de un modo cariñoso, cómico".

Apagafuegos.

La FA estudiará el informe del colegiado por considerar que el incidente es "extraordinario" y podría actuar de oficio pese a que el propio West Ham ha preferido olvidar el asunto. Su preparador, Alan Pardew, mucho más preocupado por las siete derrotas consecutivas de su equipo y el triste hecho de no haber marcado un solo gol desde la llegada de Mascherano y Carlos Tévez, dejó claro tras el encuentro que no estaba dispuesto a echar más leña al fuego. "Mascherano le hizo una entrada por detrás y eso es tarjeta amarilla", afirmó Pardew. "No vi la reacción de Jermain, pero parece que hizo un gesto hacia Mascherano, aunque no sé exactamente el nivel de agresividad del mismo. En el fútbol de hoy en día, una expulsión no hubiera extrañado a nadie, pero tampoco una tarjeta amarilla".

Incluso otros preparadores, asustados por el cariz que ha tomado el asunto, han decidido ayudar a rebajar la tensión. "No es gran cosa, ¿verdad?", ha dicho Sam Allardyce, del Bolton. "Debemos ir con cuidado para que el fútbol no se convierta en un escenario de una corrección política excesiva. Hay que dejar que el árbitro decida el castigo en el momento de la acción. Si ha visto lo ocurrido, su interpretación es la más válida, la única válida, de hecho".

El Gobierno inglés investiga

El Ministro británico de Deportes, Richard Caborn, solicitó ayer a la Federación Inglesa (FA) que abra una investigación sobre el incidente del mordisco de Defoe a Mascherano. Caborn señaló que "espero que las autoridades correspondientes actúen cuando se producen acciones de este tipo. Los futbolistas tiene la obligación de dar buen ejemplo como he repetido ya muchas veces".

En Argentina se lo toman con humor

El diario argentino Olé se tomó con humor el incidente. En la crónica se puede leer: "Javier Mascherano no sabía que iba a ser el plato fuerte del día en la jornada de la Premier". El mordisco de Defoe fue muy comentado en todos los medios argentinos, que repitieron por televisión el incidente. Los comentaristas, algunos, también se lo tomaron a broma. "Es mejor un mal mordisco que una buena patada", dijeron.

El jugador lo ve desproporcionado

Jermain Defoe declaró ayer que todo el revuelo montado por el mordisco a Mascherano es "desproporcionado. El tema se ha exagerado hasta niveles increíbles. El árbitro estaba a pocos metros de distancia y, si pensó que había hecho algo mal, me hubiera expulsado. En la tele parece otra cosa y no es el mejor ejemplo para los niños. Sólo reaccioné de modo algo travieso: a veces soy así".