Según la Cadena SER, este jueves se vivió una situación que parece de broma. Joaquín estuvo cedido por el Betis al Albacete por unas horas como forma de castigo por su pase al Valencia y para meter presión al conjunto 'che' para acelerar su fichaje.

Joaquín estuvo en Albacete y se hizo una foto para certificar que había estado en la ciudad manchega. Y es que de no haber ido, hubiera recibido una multa de 3 millones de euros.

El jugador volvió a Sevilla de madrugada y esta mañana, por orden del club, volvió a entrenar con sus compañeros del Betis para posteriormente no entrar en la convocatoria contra el que posiblemente será su próximo equipo.