El Athletic cobra fuerza a los ojos de Kendall

Amistoso | Everton 0 - Athletic 1

El Athletic cobra fuerza a los ojos de Kendall

El Athletic cobra fuerza a los ojos de Kendall

juan flor

Aritz Aduriz estrena su cuenta en la victoria ante el Everton

Nada como crecer con victorias. Esa es la máxima a la que se ha agarrado el Athletic en este inicio de curso. Lo dejó claro otra vez ayer, cuando con un golpe de fortuna (el remate de Aduriz fue en semifallo) y un más que alabable criterio defensivo pasó por encima del Everton en el homenaje a Howard Kendall. El que fuera técnico rojiblanco en los ochenta siguió desde el palco el partido que enfrentó a su club de toda la vida (Everton) con el primer equipo que le acogió en la distancia (Athletic). "Muy bueno, ha sido muy bueno. El Athletic tiene un equipo muy bueno", fue el análisis que hizo el ya ex entrenador.

Quizá exageró, porque al Athletic todavía le falta un trecho para llegar a la velocidad de crucero, pero los 90 minutos en los que Everton y Athletic desfilaron ante sus ojos en Goodison Park dejaron a los rojiblancos como justos vencedores de un partido con señuelo de emotivo y evidencia de prueba de importancia.

Sarriugarte, que esta vez apostó por Aranzubia en la portería, sorprendió al entregar a Murillo el lateral derecho. El guipuzcoano, que en los dos últimos encuentros había actuado de medio centro, perdió con el cambio. Brilló menos que en el medio campo, donde hay trazas de que se encuentra más cómodo. El baile de Murillo también salpicó a Iraola, que navegó entre el lateral y el interior. Mucho de todo y poco de nada. Lo mejor para él sería que le afincaran en una zona para sacar todo lo bueno que tiene.

Mando en plaza. La puesta en escena fue más que satisfactoria. El Everton se presentaba ante sus hinchas y lejos de salir a por el partido permitió que fuera el Athletic quién mandara. Eso sí, la iniciativa estuvo espesa de ocasiones hasta que Aduriz, tras recoger un buen servicio enviado por Yeste desde la banda derecha, adelantó a los rojiblancos.

El guión que acompaña los enfrentamientos con los clubes británicos explica que estos son agresivos y voraces en cuanto reciben un gol. Pues bien, esa afirmación es cierta. En los diez minutos que siguieron a la diana de Aduriz el Everton estuvo cerca de empatar y, por qué no, también de dar la vuelta al marcador. El larguero birló un gol a Johnson, al que también apartó de la gloria Aranzubia, y la mala definición de los blues favoreció la ventaja del Athletic.

El paso por el vestuario fue como una sordina para la intensidad de un choque que salvo dos tarascadas sin sentido no tuvo nada del ardor que se supone a una cuadrilla de ingleses detrás de un balón de fútbol. Ni siquiera la grada estuvo a la altura. Minuto aquí, minuto allá, el Athletic (con trabajo pendiente en los balones colgados) mantuvo la renta. No volvió a disparar a portería hasta que un chut de Gabilondo (m. 84) despertó a Whrigt.