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Mundial 2006 | Inglaterra 0 - Portugal 0

¡Dios salve a Ricardo!

Detuvo tres penaltis y acabó con el orgullo inglés

L. J. Moñino
Actualizado a
<b>DECEPCIÓN. </b>Los hinchas ingleses, que levantaron el ánimo de su selección cuando jugó con diez jugadores, quedaron desolados.
reuters

Esta vez Ricardo no tiró los guantes en la tanda de penaltis para ganar la batalla psicológica como hizo en la Eurocopa de 2004, pero volvió a mandar a casa a Inglaterra. Detuvo tres penaltis y echó por tierra el orgullo inglés, que nace en esos cánticos también orgullosos y emocionales que advierten a sus jugadores que ha llegado la hora de la épica, que donde no se llega con el fútbol se llega con la trilogía agónica que inmortalizó Churchill: "sangre, sudor y lágrimas".

A esos viejos valores tuvo que recurrir Inglaterra cuando el colegiado argentino Elizondo interpretó que Rooney quiso hacer intencionadamente una tortilla con sus tacos y las partes íntimas de Carvalho.

Hasta la expulsión, el partido tuvo varios amagos de explosión protagonizados por Rooney, Lennon y Cristiano Ronaldo, que acabaron domesticados por el tono táctico general que imperó. Por los estilos, hubo momentos en los que parecía que todo lo que fuera fútbol jugado a ras de hierba lo ganarían los portugueses y todo lo que disputara por arriba caería del lado inglés.

Lo que se presumía un partido de regateadores contra llegadores se convirtió en una maraña táctica dominada por los defensas, en especial las dos parejas de centrales, que marcaron la raya y se anticiparon una y otra vez. Scolari se quiso defender de la fortaleza del centro del campo inglés renunciando a Simao y dándole entrada a Tiago para formar un trivote con Maniche y Petit, que se perderá la semifinal por sanción. Le salió bien porque Gerrard y Lampard no estuvieron cómodos en ningún momento. Al menos Gerrard tuvo algunas de esas arrancadas que tanto le revalorizan y en la prórroga estuvo imperial, pero Lampard se va como una de los grandes chascos de este Mundial.

Fin de una era. No le ha sacado provecho Eriksson, que le ha hecho jugar demasiado de espaldas a la portería, cuando sus mejores virtudes, el disparo y el pase, necesitan el arco de frente. La eliminación inglesa también supone la marcha del sueco. Un lustro en el que su aportación no ha supuesto la revolución que prometió ni ha sido significativa en cuanto a juego, y menos en títulos. Ha tenido una gran generación de jugadores en sus manos, pero no les ha sacado brillo. Les ha sofisticado la táctica hasta anular su talento. Cuando en un equipo plagado de peloteros excepcionales el entrenador figura tanto o más que los jugadores, malo.

Se ha marchado Inglaterra con la sensación de que ha jugado por debajo del potencial que se le presumía. Después de cinco años, lo mejor que presentó ayer fue la entrega sentida de Hargreaves, Gerrard, Neville, Crouch... Nada que no tuvieran antes de que llegara Eriksson.

El detalle: Eriksson se despidió

El de ayer fue el último partido de Sven Goran Eriksson al frente de la selección inglesa. Llegó al cargo en 2001 para intentar que Inglaterra ganara una Eurocopa o un Mundial y se va de vacío.