"¿Torres? El Atleti no dejó de ganar por venderme"
En 1962, Peiró era un ídolo en el Atlético, ganador de dos Copas y la Recopa. El club, sin dinero para construir el Manzanares, le vendió al Torino por 25 millones de pesetas, indignando a la afición. El caso de Torres le hace recordar.


Cuando el Atlético le vendió al Torino se montó un gran lío, quizás el traspaso más polémico de la historia del club. Usted era una estrella joven, de la casa y la afición le adoraba. Ahora puede suceder algo similar con Torres, ¿cómo lo ve desde su experiencia?
Lo primero, me gustaría que Torres se quedara, puesto que es un gran jugador que va a más y es un futbolista muy importante. A mí me mandaron a Italia. El Atlético tenía una gran deuda, que había que subsanar, y me tocó a mí marcharme. Que conste que no lo lamento, pero a menudo no depende sólo del jugador. En estos casos la decisión tiene que ser muy meditada por todas las partes.
Enrique Collar escribió en AS que Torres le recordaba a usted sobre el campo.
Le voy a decir la verdad: yo no recuerdo mucho de mis partidos, pero, sí, me han dicho que se parece a mí en determinadas jugadas. Pero no hay que dar muchas vueltas al tema de Torres. El que manda en estas cosas es el dinero. Las necesidades de los clubes acaban decidiendo.
En su caso, al final ambas partes salieron bien paradas.
Yo fui campeón de Europa con el Inter, gané la Intercontinental... La verdad es que me fue bastante bien. Y el Atlético no dejó de ganar porque yo me fuera, es más, tal vez el dinero le ayudó a hacer un equipo mejor. En las diez temporadas siguientes ganó tres Ligas y un par de Copas. Pero nunca se sabe cómo asesorar a un jugador sobre si se marcha o no. Es complicado. Y más en el asunto de Torres, un jugador que es propiedad y símbolo del Atlético.
Torres salió de la cantera y usted dirigió un filial que fue el vivero del primer equipo: Ramos, Rubio, Pedraza, Tomás, Julio Prieto...
Me gustaría que un día volviera a pasar aquello, que el club tenía problemas económicos y los jugadores del filial respondían a la perfección. Había nueve del filial en el primer equipo. Todos estaban preparados para dar el salto y muchos de ellos llegaron a ser internacionales.
Cambiemos de tercio. Usted conoce muy bien a Luis Aragonés...
Luis mentaliza muy bien a los jóvenes. Les hace sentirse importantes. Nadie ha hecho nunca eso como él. Aún no hay que cantar victoria, pero vamos bien.
Usted ya sabe lo que es fracasar en los Mundiales.
Es cierto. Jugué dos, pero el más doloroso fue el del 62, en Chile. No pudo jugar Di Stéfano. Él era el que dirigía el equipo y a la hora de la verdad se lesionó. Había un gran equipo y no salieron las cosas.
Por último, ¿volveremos a ver a Joaquín Peiró en los banquillos?
No, ya no. He sido muy feliz en el fútbol. Logré todos los títulos que hay a nivel de clubes. Con el Atlético, Copa y Recopa. Con el Inter, el scudetto, la Copa de Europa y la Intercontinental. Pero ya se acabó.