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Mundial 2006 | España 3 - Túnez 1

Los españoles, uno a uno

La Selección no comenzó bien y no supo traducir en goles su mayor calidad y aplastante dominio en la posesión del balón. En los últimos 20 minutos, gracias a un magnífico Cesc, logró trasladar su superioridad al marcador.

Actualizado a
<B>EL MEJOR.</B> La salida de Cesc fue determinante. Fue el mejor de la Selección, el socio perfecto de Xavi y Xabi Alonso.
REUTERS

Casillas: No tuvo culpa en el gol y después apenas apareció, porque el balón estuvo casi siempre en los pies de sus compañeros. Las pocas veces que intervino lo hizo con seguridad. Como siempre.

Sergio Ramos: Voluntarioso, sus apariciones ofensivas fueron constantes y, por lo tanto, muy previsibles. Debe aprender a leer mejor los partidos y a saber elegir el momento de incorporarse al ataque. Si subes siempre pierdes capacidad de sorpresa. En defensa no sufrió.

Pablo: No apareció para ayudar a Puyol en el gol de Túnez y el resto del partido lo vivió con relativa tranquilidad en defensa. Pero más porque los tunecinos casi renunciaron a atacar, que por la seguridad que es capaz de transmitir el central del Atlético.

Puyol: Falló en el gol de Túnez y no aportó ni la seguridad ni la contundencia que se le supone a un central con su categoría y experiencia. Casi al final volvió a cometer un grave error que pudo costar otro gol.

Pernía: Más tímido de lo que acostumbra en ataque, quizá superado por las circunstancias. No abrió el campo como debería haberlo hecho y en defensa tampoco transmitió seguridad.

Xabi Alonso: El socio perfecto de Xavi en el centro del campo. Equilibró al equipo en la media, se esforzó en defensa y dio siempre una salida limpia al balón.

Xavi: Volvió a ser uno de los más lúcidos de toda la Selección. Movió con criterio el balón, lanzó con maestría las faltas y los saques de esquina e incluso se animó en el disparo.

Senna: Pese a que estuvo menos acertado que contra Ucrania, nunca se escondió y además de trabajar en defensa, también trató de colaborar con Alonso y Xavi en la creación de juego.

Luis García: Se movió, creó espacios, se ofreció, tiró a puerta y fue de lo mejor de la Selección en la primera parte. Luis Aragonés parece que no pensaba lo mismo, porque le quitó en el descanso para que entrara Raúl.

Villa: Mostró un nivel discreto y en nada se pareció a ese delantero brillante que volvió loca a la defensa de Ucrania. Apenas aportó nada.

Torres: Se peleó con el gol hasta casi el final, cuando después de un gran pase de Cesc ganó el mano a mano al portero tunecino y pudo resarcirse de todos los fallos anteriores. Provocó el penalti y, aunque no lo tiró bien, lo marcó y se convierte en el máximo goleador del Mundial.

Cesc: Se situó entre líneas, donde hizo mucho daño, y fue un apoyo interesante para Xavi. De un tiro suyo nació el gol de Raúl y con un pase fabuloso dejó a Torres solo delante de Bumnijel para que el delantero del Atlético marcara el segundo. Sensacional.

Raúl: Marcó el gol del empate y dio el pase a Torres que provocó el penalti.

Joaquín: Se supone que Luis le sacó para que abriera el campo y jugara como extremo. Una vez más no cumplió con lo que algunos esperaban de él. Debería reflexionar sobre su juego y darse cuenta de que cuando sube por la banda crea peligro. Como en el gol de Raúl.