De vuelta a Primera

Segunda | Lleida 0 - Levante 1

De vuelta a Primera

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Un gol de Riga certifica el ascenso del Levante contra el Lleida

No fue de Riga. El 0-1 no lo marcó el ghanés. Bueno sí, pero no. Ese gol lo hicieron antes de empezar el partido los más de 5.000 granotas que se desplazaron hasta Lleida movidos por esa fe inquebrantable que profesa un club, una hinchada de Primera. Ese tanto, el que devolvía a los azulgrana donde se merecen estar, se consiguió cuando las tracas atronaban en la tranquila ciudad catalana, como pasó en Jerez hace dos años, pero con mejor regusto final, porque esta vez se ha sufrido más, era una final. Por eso, la explosión fue orgásmica, de las que ponen los pelos de punta y convierten a los jugadores en minidioses en unas horas en las que todos pagaríamos por estar en su piel. Pero en su piel están ellos, los que se han dejado todo por conseguir una meta que pareció lejana a ratos, pero en la que se creyó hasta el final. El Levante es de Primera. Sí, el Levante de Mané, ése al que Pedro Villarroel quería cesar hace mes y medio.

Pero ayer no fue día de reproches, sólo de casta, de bemoles de esos que acallan rumores, maletines y que dejan sin argumentos a los malintencionados que han querido echar basura sobre el ascenso más logrado, más peleado y más sufrido de la historia de un club emblemático, culminado ayer con un partido tremendamente serio, en el que Cavallero volvió a estar inmenso; los de atrás hicieron ralla; en el centro Camacho se agrandó y contagió al resto de compañeros de línea; y arriba, por fin, Riga fue el más listo de la clase y se reencontró con el gol justo el día que más falta hacía.

No había que fallar y no se falló, dejando en nada la estupenda campaña realizada por el Ciudad de Murcia. Para el segundo ascenso hubo que esperar 40 años. Para éste, 42 semanas, una estupenda señal de que esto va en serio, de que la fuerza de este Levante es incontenible. Ojalá esta vez todo el esfuerzo sirva para no bajar más del olimpo al que ayer se volvió. Que sea un eterno regreso al futuro, a un futuro que ahora es granota. Tiembla Primera, el mejor Levante de la historia ya está ahí, de vuelta.

Reacciones de los protagonistas

Mané "Un premio trabajado"

Mi trabajo, desde que llegué, era devolver la confianza al equipo. El ascenso a Primera es el premio merecido y trabajado que buscábamos. Somos, junto con el Recre, el que menos partidos ha perdido. Eso demuestra nuestra seguridad atrás. La dinámica no era para que el equipo desarrollase su mejor juego, pero hemos exprimido nuestras virtudes. Hasta el 30 de junio tengo contrato y ya reflexionaré sobre mi futuro".

David Vidal "Hay que felicitarles"

Hay que felicitar al rival y le deseamos lo mejor en Primera. Hemos dispuesto de muchas oportunidades, pero no lo transformamos. Ésa ha sido la tónica de la temporada. Si hubiera llegado dos meses antes, habría salvado al Lleida del descenso, pero tengo que resaltar la dignidad que han demostrado mis jugadores. Conmigo, se han hecho goles en todos los partidos, pero nos ha faltado algo más de tiempo".

Invasión de la afición granota

Más de 5.000 aficionados levantinistas se dieron cita ayer en el Camp d'Esports. Llegaron a Lleida en 30 autobuses, un tren especial fletado para la ocasión y vehículos particulares. Un grupo invadió el terreno de juego tras el gol de Riga y la invasión fue total con el pitido final.