David Beckham no sabe hacerse enemigos. Al menos, no se los hace en ruedas de prensa. Ayer anunció que Dwight Yorke es uno de los mejores delanteros del mundo y el mayor peligro de Trinidad y Tobago. Lo segundo, seguro. Lo primero no parece tan claro porque Yorke, con 34 años, no es el que Beckham conoció en el Manchester United. "Siempre ha sido una amenaza para cualquier defensa en cualquier partido. Es uno de los grandes arietes de este deporte y lo ha sido durante muchos años. Con el Manchester ganó la Copa de Europa, la Liga y la Copa", dijo ayer el capitán inglés. Aunque una victoria aseguraría la clasificación, el centrocampista no da nada por garantizado. "Sabíamos que iba a ser un grupo muy igualado", afirma.

A Beckham no le dejaron marchar sin que tocara todos los temas de actualidad de la selección inglesa. Por ejemplo, el pobre estado de forma de Michael Owen, sustituido tras 55 minutos ante Paraguay. "Ya está en forma. Saldrá de ésta, siempre se debe esperar lo mejor de él en los grandes torneos". O las dificultades que tienen Lampard y Gerrard para complementarse. "Tenemos suerte de tener uno de los mejores centros del campo de Europa, sino del mundo. Mira lo que ha hecho Lampard, Gerrard y Cole en sus equipos", afirma el capitán, que resta importancia a todo lo espinoso.

Eriksson pide calma a Rooney

Continúan las vueltas de tuerca sobre la lesión de Wayne Rooney. Ferguson cuenta a su círculo íntimo que su delantero no jugará hasta cuartos, mientras Eriksson insiste que podría hacerlo en el partido de Trinidad y Tobago. Mientras tanto, el futbolista se entrena con tanta intensidad que el seleccionador inglés ha tenido que pedirle que se relaje y reduzca la tensión.