Otro fiasco de España

Los diez mundiales de un reportero | Italia 90

Otro fiasco de España

Otro fiasco de España

España volvió a fracasar. Fue después de una larga y tediosa estancia en Udine y en Verona. Yugoslavia eliminó en octavos de final a la Selección de Luis Suárez, al que la Prensa acusó de ser un muñeco en manos de los internacionales.

El Mundial de Italia 90 fue una tristeza más en la historia de la Selección. Otra decepción. No sé lo que sucederá con otras selecciones, pero en los Mundiales que yo he vivido, diez con el que empieza en Alemania, la Selección no ha encontrado nunca la paz con el mundo periodístico. Quizá sea el aburrimiento, ese hastío del que habla y quiere huir Luis Aragonés, la necesidad angustiosa de contar cosas cada día. No lo sé. pero siempre sucede algo que rompe la armonía.

A los futbolistas no les gusta la crítica. Italia 90 no podía ser diferente. En Udine y en Verona se produjeron las dos concentraciones más largas. Luis Aragonés, por cierto, acudió como comentarista de un medio y hasta tuvo la habilidad y el buen gusto de rechazar una invitación a cenar con el equipo, que le hizo Luis Suárez de forma insistente, para evitar malos entendidos.

En Italia hubo de todo. Pero el primero en apurar su tristeza fue el propio Suárez, acongojado por un problema personal. Y luego vino la polémica con Michel, que contra Corea marcó tres goles y corrió la banda gritando: "Me lo merezco, me lo merezco..." y terminó pagando el Mundial, cuando en la falta que marcó Yugoslavia y nos eliminó hizo un gesto para evitar que le diera el balón y se le acusó de ser el culpable del gol.

Aquello terminó como siempre. Con todo el mundo echando pestes y con Suárez, como todos, en su casa y denostado. Recuerdo que antes del partido con Yugoslavia, que ni siquiera tenía hotel reservado porque se daban por eliminados, Suárez le negó el saludó a Miljan Miljanic.

Las bromas. A Ramón Mendoza le dejaron la cama hasta sin colchón. Pero la peor jugarreta fue la que los jugadores le hicieron al utillero, ya fallecido, Antonio García, al que le escondieron tres baúles y cinco sacos de ropa y la Selección estuvo tres días sin poder cambiarse y Antonio, de los nervios.

Cuando ya no pudo más, porque nadie encontraba el material, se lo dijo a Suárez, que agarró un cabreo supino. Hasta que Michel se apiadó de él y le dijo dónde estaban los baúles y los sacos. Por cierto, gracias a las amistades de Suárez, la Selección se alojó en un hotel de superlujo y la estancia le salió gratis a la Federación.

Martirio de Manolo. El primer partido fue contra Uruguay. Empate a cero y de milagro, porque a tres minutos del final Rubén Sosa tiró alto un penalti. Aquel fue el día del debut, beneficio y despedida de Manolo, jugador del Atlético. Corrió el rumor de que algunos jugadores exigieron a Luis Suárez la presencia de Julio Salinas en lugar del rojiblanco. Y de nuevo Michel fue el señalado como el gran presionador. Total, que Manolo no volvió a jugar y que a partir de ese momento, la opinión unánime o casi, es que Luis Suárez era un muñeco en manos de los jugadores.

Argentina llegó a la final con un Diego Maradona gordo y con problemas de estómago y espalda. Volvió a sacar la famosa 'mano de Dios', esta vez para salvar un gol de la URSS; insultó a los italianos que silbaron el himno argentino, lo volvió a hacer después de la final que perdieron ante Alemania por un penalti inexistente que pitó el mexicano Codesal, que recientemente ha reconocido que se equivocó, y toda la selección argentina estaba deseando que se fuera el presidente Carlos Menem porque, decían, era gafe. Presenció el partido inaugural y perdieron los albicelestes por 0-1.

La final se vio en 166 países y tuvo una audiencia potencial de 652 millones de personas. Junto a la inauguración de los Juegos de Los Ángeles 84 y la llegada del hombre a la Luna fueron los tres grandes acontecimientos más vistos de la historia. América y Europa empatan a siete títulos, el italiano Schillaci fue, con seis tantos, el máximo goleador del torneo y éste fue el once ideal: Zenga (Italia); Tataw (Camerún), Baresi (Italia), Ruggeri (Argentina), Brehme (Alemania); Buchwald (Alemania), Gascoigne (Inglaterra), Matthäus (Alemania); Schillaci (Italia), Skuhravy (Checoslovaquia) y Maradona (Argentina).