Los 23 internacionales pasarán en la mañana de hoy sus pruebas para el control antidopaje que exige la FIFA a todas las selecciones del Mundial. Se trata de un control de orina, aunque el máximo organismo futbolístico obliga también a firmar su autorización a todos los jugadores por si en algún momento fuera necesario o se considerase oportuno hacer también pruebas de sangre.

Los jugadores se someterán por tanto a una analítica completa, la tercera que controlarán los servicios médicos de la Federación tras las dos anteriores hechas en sus propios clubes en los últimos meses. Hay un plan físico y médico en marcha para "prolongar la línea de meta de los jugadores el mayor tiempo", como apunta el médico federativo Genaro Borrás. No vendría mal que ese alargue de forma a ser posible llegase hasta el... 9 de julio, el cierre del Mundial. Soñar no cuesta nada.

El doctor Borrás supervisará estas pruebas médicas junto a su colega Jorge Candel, que estuvo varios años en el Valencia y que fue contratado por la Selección como fisiólogo. Su labor va a ser también importante porque a la luz de los resultados de las analíticas, se supervisarán los tratamientos vitamínicos y la ingesta de los productos revitalizantes que cada jugador ha ido llevando regularmente en sus clubes, y, por supuesto, los menús diarios. "Habrá un gran rigor alimenticio en las comidas de nuestros internacionales, en el control del peso y en el volumen de calorías y vitaminas para reponer a cada uno en la medida del esfuerzo que todos han sostenido tras una temporada tan larga e intensa".

En este sentido, se trataría de mantener el ritmo de entrenamientos acercándolo a algo parecido a una pretemporada (España no debuta hasta el 14 frente a Ucrania).