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Yo digo | Tomás G. Plaza

Wenger, querido enemigo

Tomás G. Plaza
Actualizado a

Si, de acuerdo, es el enemigo, el entrenador del rival del Barcelona en la final de la Liga de Campeones, y puede que el próximo miércoles, de vencer el Arsenal en la gran cita, también pueda convertirse en una de las bestias negras de la historia culé, y del fútbol español. Ojalá que no. En cualquier caso, hoy, pasado mañana, el año que viene, pase lo que pase, Arsene Wenger es y será uno de los mejores y más admirados técnicos del fútbol europeo. Un tipo de honor al que, como en "Los duelistas", de Ridley Scott, se respeta y admira aunque quieras acabar con él.

Este ingeniero nacido en Estrasburgo hace cuarenta y siete años ya dejó su impronta de técnico de altura en el Mónaco al final de la década de los ochenta, al que hizo campeón de Liga y Copa en Francia. Su llegada al Arsenal, en 1996, tras su fugaz paso por la Liga japonesa, fue recibida por la hinchada de Highbury con un Arsene ¿What? Pero, al año siguiente, los "cañoneros" se proclamaban campeones de la Premier y no han dejado de sumar títulos y éxitos hasta hoy; el año pasado lograron una vez más la mítica Copa inglesa y el técnico francés, en diez años en el banquillo del Arsenal, suma en Inglaterra tres ligas, cuatro copas y cuatro copas de la liga o "Charity" Shields". Aparte de Sir Alex Ferguson, del Manchester United, no hay nadie que le supere en el Reino Unido en los últimos veinte años.

Sin embargo, hay peros, hay espinas clavadas, porque la regularidad con que llegaban los éxitos en el fútbol doméstico no ha tenido acompañamiento en Europa, en los torneos continentales, donde el equipo londinense no ha correspondido a las expectativas generadas por su buen fútbol. La final de la Champions de esta temporada ha mejorado el pobre record de Wenger en el continente y esperemos que la cosa se quede como está, en fin, que su éxito no sea otro que haber llegado hasta París.

Ocurra lo que ocurra el miércoles, ojalá que todos los rivales fueran iguales, que el mundo del fútbol tuviera más Wengers, más tipos educados, cultos y serenos, técnicos de club que miren por las cuentas y el equilibrio de la entidad, por el futuro, por la cantera, por el estilo, por la historia. Y también más clubes como el Arsenal, un equipo que hace diez años encomendó un proyecto deportivo a un buen profesional y le otorgó absoluta confianza para llevarlo a cabo. Sin intromisiones ¿Podrían decirme algún club español o italiano capaz de confiar un proyecto a un entrenador durante una década?