E n el Sevilla no tienen tiempo (ni quieren tenerlo) para devanarse los sesos por buscar una fecha viable para jugar el encuentro de Liga aplazado ante el Barcelona el pasado domingo. Todos en el seno de la entidad rojiblanca tienen la cabeza puesta en la inminente visita del Schalke 04 el próximo jueves y ya se está preparando todo el dispositivo para que el Sánchez Pizjuán se convierta en un auténtico infierno para el conjunto alemán. Pero no sólo trabaja el club para que el partido sea toda una fiesta del sevillismo, sino que Juande Ramos ya ha empezado a buscar también fórmulas posibles para frenar el poderoso ataque aéreo del Schalke. Y es que la baja obligada de Javi Navarro por sanción supone un fuerte contratiempo para el técnico sevillista, que ya da por sentado que tanto Kuranyi como Lincoln partirán de inicio en esta ocasión.

Para ello, Juande está preparando a conciencia a Aitor Ocio y ayer le sometió a una dura prueba en la sesión matinal de entrenamiento. El preparador sevillista improvisó un ataque formado por Makukula y Kepa para emular la delantera del Schalke, cuyo juego para aprovechar el doble valor de los goles en campo contrario se basará en la contundencia arriba del citado Kuranyi o el danés Larsen.

A pesar de todo, el defensa central vasco asegura no tener una presión extra por tener que sustituir a Javi Navarro en uno de los partidos más importantes del Sevilla en las últimas décadas: "No me sentiré el centro de las miradas por suplir a Javi. Llevaba un tiempo sin entrar en el equipo titular desde que salí de él, pero hay que estar preparado para cuando me llegue la oportunidad de recuperar un sitio en el once inicial. El partido ya tiene motivación y presión suficiente como para tenerla a nivel profesional".

El Sevilla se juega prácticamente media temporada este próximo jueves y Juande Ramos quiere tener todos los cabos atados para colocar a su equipo en una final histórica para la entidad del Sánchez Pizjuán.