"Un colegiado austríaco... ¿No había nada mejor?"

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"Un colegiado austríaco... ¿No había nada mejor?"

"Un colegiado austríaco... ¿No había nada mejor?"

Fernando Roig calificó de "sibilino" el arbitraje de Plautz

A Fernando Roig, presidente del Villarreal, no se le termina de pasar el cabreo por el arbitraje sufrido en Londres por su equipo. "Fue muy sibilino, con muchas faltas en el centro del campo. Parecía como si no quisiera que hubiera jugadas de peligro cerca del área del Arsenal", manifestó. Más tranquilo, pero todavía dolido por la actuación de Konrad Plautz, el máximo accionista quiso analizar ayer, horas después del choque, lo vivido en Inglaterra. "Yo veía al árbitro muy tenso. De todas maneras: ¿un austríaco? ¿De verdad que no había un árbitro mejor que éste para unas semifinales de la Liga de Campeones?", reflexionó en voz alta.

En Vila-real quieren pasar página cuanto antes y centrarse ya sólo en el choque de vuelta del martes. Sin embargo, jugadores y presidente siguen reclamando su derecho al pataleo. "Ya se me ha pasado un poco el cabreo, pero es que hubo jugadas que Por ejemplo, la última. Si hubiera sido a su favor la hubiera dejado sacar, pero como era para nosotros...", indicó. "O el penalti a José Mari, que puede haber dudas sobre si es dentro o fuera, pero la falta es clarísima", recordaba Roig. "Estuvo horrible. Hasta el delegado de la UEFA, que estaba cerca de nosotros, se estaba dando cuenta de lo que estaba pasando", agregó.

Highbury. Antes de finalizar, el presidente tuvo tiempo de lanzar una queja más, en este caso sobre la diferente vara de medir para las instalaciones de la Champions. "A nosotros nos hicieron casi tirar el estadio y ellos siguen jugando en su campo. Yo creo que había escenarios mucho mejores en Londres para jugar", terminó.

Ya le escamotearon un par de penaltis frente al Inter de Milán

Pese a las sonoras críticas de directivos, cuerpo técnico y entrenador, la velada de Highbury no fue la única desagradable para el Villarreal en Liga de Campeones, en lo que se refiere al capítulo arbitral. Sin ir más lejos, en los cuartos de final, contra el Inter de Milán, los colegiados ya dejaron sin señalar dos claros penaltis a favor de los amarillos que le podrían haber hecho más cómoda su clasificación para semifinales. En la ida, en San Siro, el griego Kyros Vassaras no apreció un derribo a Sorín dentro del área de castigo de los italianos. Más flagrante fue lo que sucedió en la vuelta, en El Madrigal. Marco Materazzi propinó un duro codazo en el rostro al mismo argentino, también el área. El francés Alain Sars ni lo vio.