El topicazo asegura que el Carnaval no le sienta bien al Cádiz. Cuando el Teatro Falla se viste de gala, los cadistas tiemblan. El Sevilla no desperdició esta teoría y, sin dudar, asestó su primer golpe al Cádiz en la presente temporada. Saviola, Puerta, Kepa y Kanouté se disfrazaron de verdugos para lanzar, de nuevo, a los sevillistas hacia los puestos de Champions. Victoria contundente.
El partido fue feo, muy feo. La ejecución de los goles fue lo único salvable de un partido plano que los de Juande Ramos dominaron con una superioridad aplastante. El Cádiz los sacó de la Copa hace unas semanas y ayer se tomaron la revancha. La cita se les puso de cara muy pronto. Cuando el encuentro aún no había tomado forma, Kanouté peinó hacia atrás un balón que Saviola rescató con velocidad encajándolo en la portería de Armando. Juande había reclamado sus goles y el argentino respondió. Su primera parte tuvo un alto niveles. La forma física le pasó factura en la segunda. Todo pudo haber quedado sentenciado si González Vázquez no le anula un gol legal a Ocio minutos después.
Inoperancia local. El golpe certero del argentino descolocó por completo al Cádiz, que vio como su presión inicial era inocua. A partir de ahí, se quedó sin ideas y le cogió asco al partido. Un lanzamiento de falta de Estoyanoff se convirtió en la única ocasión local en los primeros 45 minutos. Mirosavljevic estuvo ajeno al asunto y Medina y Sesma ni aparecieron. La escasa aportación de las bandas obligó a Espárrago a cambiarlas. La entrada de Lobos aportó algo de chispa al ataque. Fuegos de artificio que se esfumaron pronto.
El Sevilla tiró de inteligencia. Se dedicó a guardar el resultado y en un par de impulsos firmó otra goleada al Cádiz previa a un Carnaval. Dos asistencias extraordinarias de Alves facilitaron los dos sensacionales remates de Puerta y Kepa que machacaron al rival. Kanouté cerró la goleada. Pero nada podrá con la guasa gaditana. "Guerrero no te fumes el romero y sal ya del ropero", rezaba una pancarta en alusión al polémico asistente que anuló la semana pasada un gol a Medina. Les tocará sufrir, pero con mucho arte...
Bruno llegó al campo en moto
Por la mañana, Jordi le comunicó a Juande que sufría una gastroenteritis. El club llamó a Bruno, que estaba en Jerez (su tierra). Cogió el coche y se fue para Cádiz. Un atasco le impedía llegar al Carranza. Así, aparcó el coche y paró a un motorista que lo acercó al estadio. Increíble.
