Antonio Tapia, el gran damnificado del caso Duda

Antonio Tapia, el gran damnificado del caso Duda

El pasado 1 de octubre, a las 20:00 horas aproximadamente, Antonio Tapia compareció ante la prensa con la cabeza agachada, sin decir muy bien qué. El club le había ordenado horas antes del partido ante el Atlético que no convocase al portugués. A esas horas, Carlos Rincón negociaba con el Sevilla su traspaso y el Málaga entendió que era su última oportunidad de sacar dinero por el futbolista. A Tapia ya se lo habían hecho una vez, en la primera jornada (Vigo). Después de la tregua, y sin poder imaginar que el club volvería a secuestrarle al futbolista, Tapia declaró a AS: "Nadie sabe lo mal que lo he pasado con el caso Duda". En el club sí. Y se lo volvieron a hacer. Tapia nunca dijo una mala palabra sobre el Málaga y su decisión, pero el caso Duda acabó por devorarle en el vestuario. No le echó un órdago al club por el jugador en que más creía y ahí empezó su fin.