El prestigioso Corriere della Sera, en una información publicada en la página 67 de su edición de ayer, titulada "Cassano al Madrid en tres movimientos" y firmada por Matteo Garioni, dice que todo se puede hacer realidad "si se dan una serie de circunstancias y hasta de casualidades, pero no es fácil ni difícil, es sólo una cuestión de estrategia y de que encajen las piezas. Cassano tienen muy malas relaciones con el resto de la plantilla del Roma".
El autor del texto desvela más intimidades del delantero, que quiere salir de la entidad romana a toda costa, incluso antes de que finalice su contrato el próximo mes de junio (se ha negado a renovar). "Sólo se llevaba bien con Totti. No hacía caso al resto de jugadores, y dejó de hablarse incluso con el capitán hace dos meses (no desvela por qué). Además, ha tenido malas relaciones con todos los técnicos de la entidad que le han dirigido, excepto con Capello". Esto explica el interés de la Juventus por ficharlo. Luego explica las claves que los lectores de AS conocieron ayer y que hoy desarrollamos en este periódico. Así pues, a esperar a que el Madrid suba su oferta de 5 a 7 millones de euros o a que la Juventus eche el resto por Cassano.
Otro punto morboso de todo este asunto es que Capello, el entrenador preferido por Florentino Pérez para que ocupe el banquillo la próxima temporada, es el que más está pujando por quitarle a Cassano a la entidad del Bernabéu. Con ello estaría tirando piedras contra su propio tejado ante un hipotético proyecto de futuro.
Luca Baldini.
Por otro lado, Luca Baldini, ex director general deportivo del A.S. Roma, quiere trabajar con el Real Madrid. Baldini fue el ejecutivo romano que negoció con el director económico del Real Madrid, Carlos Martínez de Albornoz, las condiciones del traspaso de Walter Samuel al Santiago Bernabéu. Desde entonces tienen buena amistad y sus relaciones con el Madrid no se han interrumpido nunca, y ahora también interviene en la negociación para el traspaso de Antonio Cassano para amargura del que le sucedió en el cargo, Carlo Pradè.
