Rosenborg: la primera final de la Champions

Champions League | Real Madrid - Rosenborg

Rosenborg: la primera final de la Champions

Rosenborg: la primera final de la Champions

jesús aguilera

Al Madrid sólo le vale ganar. Robinho, Woodgate y Diogo, titulares

Ser noruego tiene muchísimas ventajas, aunque sólo sea por que la renta per cápita del país es la segunda más alta del mundo (32.000 euros), después de Luxemburgo (48.000) y hablo del país, no de Vanderlei, que nos faltarían ceros. Además, si eres noruego, es fácil que salgas rubio, un extra que suele mejorar el porte, tengo entendido. Y si naces en Trondheim se tiene que dar muy mal para que no acabes jugando en el Rosenborg, lo que suele asegurar presencia en Champions y, en un alto porcentaje, partido contra el Real Madrid. Lo que nos sitúa rubios, ricos y en el Bernabéu, tres circunstancias incompatibles con el hambre de los toreros.

Tal vez la suposición sirva para hacerse una idea de cómo se presentarán los jugadores del Rosenborg esta noche y de cómo se han presentado en los últimos años en España los equipos noruegos: cinco empates y doce derrotas. El Rosenborg, en concreto, ha saldado sus visitas con dos empates y cinco derrotas.

La situación de los noruegos en su Liga tampoco nos anuncia especial concentración para el encuentro de esta noche, ya que por primera vez en los últimos 13 años el club no ganará el campeonato y luchará en las dos últimas jornadas por no descender; su próximo partido será contra el líder.

En toda Europa, sólo un reinado ha superado al del Rosenborg en Noruega, el del Skonto de Riga letón, que después de 14 títulos consecutivos (todos los jugados en la Letonia independiente) dejará el trono al cacofónico Liepajas, que por fin culminará.

Si a lo dicho añaden las surrealistas declaraciones del entrenador noruego para explicar su estrategia ("moveremos las piernas lo más rápido que podamos, evitando desequilibrarnos"), pronunciadas en conferencia de prensa y no en Barrio Sésamo, coincidirán conmigo en que el pronóstico pinta blanco nuclear.

Pues ahí, precisamente, radica el peligro: en que la falta de tensión del Madrid dé alas a los noruegos, los coloque al borde de la historia e iguale el choque. Recuerdo que el Rosenborg suma los mismos puntos que el Madrid en el grupo y que es fundamental, no sólo ganar, sino golear para deshacer cualquier posible empate en la clasificación.

El Madrid, que ha sumado cinco victorias consecutivas, presentará tres novedades con respecto al partido contra el Atlético: Robinho, Woodgate y Diogo. Tres caras a las que apetece ver, esperemos que le hayan regalado un navegador a Woody.

Cambios.

Tácticamente, Luxemburgo apostará por Baptista como sustituto de Ronaldo, aunque como ocurrió ante el Olympiacos, La Bestia alternará su posición con Raúl. No es mala idea y ante los griegos, con esa delantera, el Madrid completó los mejores 45 minutos de la temporada... aunque al final tuvo que salir Soldado para resolver.

Pablo García, el ídolo del momento (es como Marilyn Manson entre los Beatles) está advertido de sanción, por lo que en cuanto sea posible dejará su puesto a Gravesen, que es danés y podría sentir algún tipo de pique escandinavo. Zidane volverá a dejar en el banquillo a Guti.

No obstante, junto a Baptista, el gran foco del encuentro se dirige hacia Robinho, el negativo de un noruego, el torero con hambre.