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Fútbol | Federación

El control de Sánchez Arminio condiciona el arbitraje español

Tiene todo el poder sobre ascensos, descensos e internacionalidades

Juan M. Gascón
Actualizado a
<b>DEPENDENCIA. </b>Los árbitros saben cuando toman sus decisiones que sus descensos o ascensos dependen de Sánchez Arminio.

Pese a que parte de las competencias arbitrales, como es el caso de las designaciones, son ejercidas esta temporada por la Comisión Profesional, integrada por la FEF y la LFP, la más importantes de ellas, y la que más afecta a los árbitros, ascensos, descensos y nombramientos de internacionalidades, sigue en manos del presidente del Comité Técnico (CTA), Victoriano Sánchez Armino. Él es el que elige al grupo de informadores que puntúan sus actuaciones y él es el que, en función de su criterio particular, denominado factor de correción, modifica estas calificaciones a final de temporada, tanto hacia arriba como hacia abajo. Esto implica que un colegiado de Primera División, si tiene más de 41 años, edad límite para actuar en Segunda, dependa de su presidente para seguir cobrando alrededor de 84.000 euros anuales o pasar al fútbol base. Estas atribuciones las ejerce en Primera, Segunda y Segunda B. En Tercera, los comités territoriales hacen una primera selección que, con posterioridad, se somete a la criba del comité nacional.

Los árbitros reciben sus informes al final de la primera vuelta y, por regla general, no saben cuál es su situación hasta que les comunica la lista definitiva. Un problema añadido es que para esta temporada está prevista una reducción de la plantilla, lo cual prácticamente imposibilita que suceda como en las dos anteriores, en las que no ha habido descensos de Primera a Segunda por haber atribuido el CTA estas plazas a las bajas por edad.

La dependencia de los árbitros es tal que, algunos de ellos, tras recibir algunas recomendaciones desde el CTA, decidieron no presentarse a las elecciones a la asamblea que debía elegir al presidente de la Federación para no dificultar las posibilidades de la lista oficial. El estamento arbitral fue el único que votó en bloque a Ángel María Villar. La inmensa mayoría de los árbitros no sabían el motivo por el que fueron convocados en Madrid una semana antes del inicio de la Liga. Dos días antes su presidente había amenazado a los representantes de la Liga con convocar una huelga si mantenían sus reivindicaciones a la FEF.

Algunos clubes, durante la última asamblea de la LFP, mostraron su solidaridad con el Real Madrid tras la arenga de Sánchez Arminio durante la concentración de Santander ("Tras esto hay un club que lleva dos años sin ganar nada") y plantearon la posibilidad de asumir la totalidad de las competencias en esta materia.

Los colegiados no han cobrado la mitad correspondiente a sus derechos de imagen en Primera, alrededor de 6.000 euros, ni los partidos dirigidos esta temporada.