El central y capitán del Sevilla, Pablo Alfaro, salió hoy al paso de la crispación existente en el entorno nervionense, que quedó demostrada el pasado domingo durante el partido ante el Espanyol, y destacó la necesidad de "ser todos una piña, empezando por el de arriba hasta el recoge los balones".

"Cuando los enemigos los tienes fuera de casa y los ves venir te hacen menos daño, pero en casa debemos ser una piña, empezando por el de arriba hasta el que recoge los balones. Hay que cerrar filas e ir todos a una", recalcó.

Y es que a Alfaro le extrañó el profundo malestar mostrado por buena parte de la afición sevillista, en el choque con los 'periquitos': "Fue todo muy novedoso y no para bien, lógicamente, porque era la primera vez que en nuestro estadio vivimos un ambiente así. Es muy pronto y, a lo mejor este parón puede venir bien, en el sentido de hacer un llamamiento a todos a la serenidad y a que, en este barco debemos ir todos unidos, porque ha sido siempre una de nuestras señas de identidad y no tenemos que cambiarla, porque nos fue muy bien".

No en vano, el zaguero confía en que con el trabajo, empiecen a salir los resultados para "no volver a vivir" un ambiente tan enrarecido en el Pizjuán, "porque el más beneficiado de eso es el rival y a río revuelto la pesca siempre es más fácil", insistió.

"Todos vimos un partido muy extraño"

Sea como sea, Alfaro prefirió ser diplomático al ser cuestionado sobre si esas críticas de los aficionados fueron justas. "Ni los jueces en los juzgados son justos y es la situación que se dio. A lo mejor la gente iba al campo con una predisposición distinta a otros domingos. Todo el mundo vimos un partido muy extraño y ojalá que este parón sirva para eso, para pedir un poco de unión y de calma", reiteró.

Además, Alfaro consideró que el Sevilla ha sufrido una

"globalización" con la llegada de jugadores de diversos aíses. Eso, dijo "tiene sus cosas buenas y malas, porque las adaptaciones hay que hacerlas muy rápido, ya que las competiciones van avanzando".

Por otro lado, Alfaro, que ha sido durante el último lustro el verdadero líder del Sevilla, ha pasado a un segundo plano esta temporada, aunque él no cree que se le esté 'jubilando' anticipadamente ya que sigue "siendo útil al equipo".

"Mi obligación es estar en perfecto estado de revista para cuando se me necesite y mi ilusión sigue estando intacta", añadió, pero ello no le impidió matizar que si todo sigue como hasta ahora, conforme pasen jornadas podría replantearse su actual situación.