Mascherano será jugador del Atlético, ahora la única duda que queda es saber cuándo. El club rojiblanco ha cerrado la incorporación del internacional argentino para el próximo mes de diciembre, pero no se conforma con eso y comenzará una campaña de presión al Corinthians para que los brasileños cedan y el mediocentro llegue ya. En cualquier caso, el acuerdo con MSI (propietaria del jugador) ya está cerrado y el Jefecito llegará cedido por esta temporada y la que viene, después de la cual el Atlético tendrá una opción de compra.
El principal problema al que se enfrenta el club rojiblanco es que, por su contrato con MSI, el Corinthians tiene derecho a retener a Mascherano hasta diciembre, cuando concluye el Brasileirao. En estos momentos, el conjunto paulista es líder del campeonato y se niega en redondo a desprenderse de una de sus estrellas, antes de que concluya la liga, sin contraprestación alguna.
Esta temporada es muy importante para el Corinthians, ya que supone la primera de su colaboración con MSI en cuyas manos se puso para intentar recuperar la grandeza perdida. El Timao (el Equipazo, ni más ni menos) fue tres veces campeón de Brasil en los años noventa (1990, 98 y 99), pero desde su último campeonato no ha levantado cabeza. Sin embargo, este año la gran inversión en jugadores de MSI, con Tévez y Mascherano como estandartes, está dando resultados y parece encaminado hacia el título. Por eso, pondrá todas las dificultades del mundo al Atlético, que sin embargo confía en la presión que va a ejercer el propio futbolista.
Mascherano está loco por llegar al Atlético. Considera que su carrera puede estancarse en Brasil y que el Atlético multiplicará su proyección. Además, como todos los jugadores argentinos y pese a haberse formado en River, no oculta su veneración por Carlos Bianchi. Por eso, en cuanto le comentaron el interés rojiblanco prometió poner todo de su parte para facilitar la operación y ahora es el único que puede convencer al Corinthians de que le deje marchar ya. Así, ha asegurado al Atleti que presionará todo lo que pueda para comenzar la Liga junto a Fernando Torres y compañía.
MSI está atada de pies y manos. También prefiere que Mascherano juegue cuanto antes en Europa, pero cumplirá su compromiso con el Corinthians si éste se mantiene firme en su postura. Sin embargo, cree que la presión de Mascherano, siguiendo la línea de Robinho con el Santos, puede acabar con la resistencia paulista.
Un gran esfuerzo.
Bianchi comentó a Cerezo, Toni y Gil Marín durante la reunión que mantuvieron el sábado en Santander que preferiría poder trabajar con todos sus jugadores desde el principio de Liga, ya que la aclimatación mediada la temporada será mucho más complicada para Mascherano. Por eso, los dirigentes atléticos apurarán todas sus opciones para poder inscribirle antes del día 31, cuando se cierre el plazo de fichajes para la Liga.
Llegue cuando llegue Mascherano, el verano ha sido tremendamente satisfactorio para el Atlético, que en dos meses ha convertido la depresión de su afición en euforia a base de fichajes de primer nivel. Primero convenció a Bianchi de que volviera a entrenar y, después, fue logrando lo que nadie esperaba: fichar a Kezman, Petrov, Maxi y Galletti. Todos internacionales, jóvenes y con hambre. La pretemporada ha sido prometedora y Mascherano será la guinda.
El Virrey ya prepara la llegada del argentino
Cuando Mascherano se incorpore al equipo, Bianchi tendrá que resolver un problema: cómo hacerle un hueco en el once. El técnico argentino utilizará el 4-4-2 como sistema habitual y el doble pivote formado por Luccin y Gabi ha cuajado una pretemporada sensacional. En principio, por sus características, el sacrificado sería el francés, que parece haber recuperado el gran nivel que mostró en el Celta tras una primera temporada en el Atlético muy decepcionante. Y Gabi ha ido mejorando partido a partido, poniendo el broche al verano con su sensacional gol al Racing. Será difícil desplazar a cualquiera de los dos. Por eso, el técnico probó en Santander con un 4-3-1-2 y un 4-1-4-1, dos esquemas en los que podrían jugar los tres juntos, formando un centro del campo de primer nivel.
