Los jugadores del Atlético comprobaron ayer que las palabras de Carlos Bianchi el día que se presentó a la plantilla no fueron en broma. El entrenador argentino y su ayudante, el Profe Santella, dispusieron un duro entrenamiento físico en la sesión matinal de ayer. Los jugadores hicieron siete series de 1.000 metros, aunque no todas al mismo ritmo.

La plantilla hizo un calentamiento y posteriormente se pusieron a sudar. Una hora y veinte minutos de carrera. La sesión finalizó con otra media hora de abdominales. Santella repartió a los jugadores en los siguientes grupos. En el primero estuvieron: Contra, Antonio López, Colsa, Arizmendi, García Calvo, Galán, Cuéllar, Braulio, Gabi y Domingo. En el segundo: Gronkjaer, Del Moral, Molinero, Sosa, Luccin, Novo, Jacobo, Kezman y Mané. Y en el tercero Perea, Torres, Valera, Pablo, Velasco, Zahínos, Raúl Medina, Sergio Torres, Toché y Pablo Sicilia.

A Tope.

En los primeros 1.000 metros los jugadores corrieron al máximo. En el primer grupo el mejor fue Antonio López, con un tiempo de 3 minutos y 16 segundos. En el segundo, el primero fue Molinero, con 3 minutos y 13 segundos. Y en el tercero, Perea, con 3 minutos y 1 segundo. Fernando Torres hizo 3:20 en ese mismo grupo de Perea. Pese a la dureza de la sesión hubo bromas. Contra, viendo el ritmo que Perea puso desde el principio, comentó que si seguía así pagaba una cena. Al final de la serie, en la que el colombiano dio la impresión de estar muy por encima de sus compañeros, Bianchi le dijo a Contra que no se esconda a la hora de pagar esa cena prometida.

Pero entre broma y broma los jugadores siguieron corriendo. En la segunda serie el ritmo fue menor. Los futbolistas no podían pasar del cincuenta por ciento de su tope y lo hicieron en cinco minutos. En la tercera serie el objetivo era hacerlo en cuatro minutos y treinta segundos. El primer grupo completó esos mil metros en cuatro minutos y 25 segundos. El segundo grupo en cuatro minutos y 30 segundos y el tercero, en cuatro y 15.

La cuarta serie volvió a ser suave, pero la quinta ya no. Los jugadores volvieron a sufrir sobre el campo. Los mejores tiempos de cada grupo los tuvieron Arizmendi (3:21), Mané (3:15) y Perea (3:10). Fernando Torres tuvo 3:21, prácticamente el mismo tiempo que hizo en la otra serie que corrieron a tope. En el grupo que lideraba Perea, hubo emoción, puesto que Toché intentó quitarle al colombiano el primer puesto y cuando el central se dio cuenta aceleró para llegar destacado sobre sus perseguidores.

La sexta serie fue de recuperación y la séptima prácticamente igual. La sesión finalizó con una serie de abdominales: 360 de todo los tipos y desde todas las posiciones posibles. El preparador físico Santella apuntó al final de la sesión los tiempos hechos por cada jugador. El argentino, con todos estos datos, más los resultados de las pruebas de esfuerzo que ya también tenía en la mano, ya sabe el potencial que tiene entre sus manos.