El Virrey volvió ayer a deleitar a los suyos con una intensa sesión de trabajo, en la que destacó sobre todo la parcela física a la que se dedicó el entrenamiento de la mañana. Sobre las nueve saltaron los 30 hombres de Bianchi a una zona anexa al hotel de concentración. Molinero y Toché trabajaron al mismo ritmo que el resto, tras no participar en la sesión del día anterior por unas molestias.

Al Llegar al lugar de trabajo los jugadores encontraron a Julio Santella terminando de disponer un circuito con diez postas en las que se fueron dividiendo por grupos los jugadores. Por espacio de una hora y 45 minutos los jugadores se entregaron y fueron pasando uno a uno por esas etapas que había dispuesto el preparador físico. Fueron ejercicios de potenciación y fuerza del tren inferior.

Los rojiblancos concluyeron la sesión visiblemente cansados y Bianchi y Santella abandonaron el lugar con un visible gesto de satisfacción por el trabajo realizado por sus hombres. El cuerpo técnico está intentando que la fatiga que provoca en el acondicionamiento físico no influya negativamente cuando los jugadores por la tarde llevan a cabo ejercicios técnicos con el balón.