Villar aprobó las cuentas sin mostrar la auditoría

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Villar aprobó las cuentas sin mostrar la auditoría

Villar aprobó las cuentas sin mostrar la auditoría

Villar contra todos. Durante la celebración de la asamblea cargó contra el CSD, a cuyos representantes no dejó intervenir, la LFP, los medios de comunicación críticos y vociferó a los opositores. La Administración no da crédito a lo sucedido y anuncia medidas contra la FEF.

Angel María Villar se negó a entregar el informe de auditoría a los asambleístas durante la celebración del pleno en el que se refleja que "las cuentas anuales del ejercicio 2004 adjuntas no expresan la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de la Federación Española de Fútbol" y en el que se detecta un desfase aproximado de 8 millones de euros. Esta decisión fue adoptada durante el transcurso de la junta directiva celebrada el día anterior, en la que se reconoció a los asistentes que las conclusiones eran demoledoras. El Consejo, en una carta firmada por su subdirector general de Inspecciones, Juan Ramón Beorlegui, había ordenado que el documento "debía ser dado a conocer a la Asamblea". El balance del ejercicio anterior, que registró un superávit de 93.416,84 euros según los números entregados los asistentes fue aprobado con 102 votos a favor, 15 en contra y 6 abstenciones, y el presupuesto (65.231.697 euros en el que se incluye una subvención de 5.198.000 correspondiente a un convenio con la Liga que ya está derogado) con un respaldo de 104 sufragios favorables, 19 contrarios y 4 abstenciones. Fue rechazado el proyecto de reestructuración de la Copa del Rey que había presentado la LFP.

Villar estuvo desquiciado durante todo el acto, en el que mantuvo un tono desafiante con la mayor parte de los opositores, a los que gritaba y vociferaba para que se sentaran, les preguntaba de qué lugar eran, les calificaba de Superman (así denominó al presidente de la territorial de Aragón, Óscar Fle) y en muchas ocasiones les impedía tomar la palabra. Fue tal su pérdida de nervios que en un momento su tesorero, Juan Larrea, le tuvo que pedir públicamente que se serenase: "Tranquilízate, presidente (a continuación profirió un exabrupto sinónimo de la palabra golpe en la jerga popular), que estás entrando en su juego, tranquilízate (volvió a repetir el exabruto). No se permitió la intervención, cuando así lo solicitaron, de los dos representantes del CSD, los subdirectores Ángel Luis López y Ramón Barba.

Durante su intervención, Villar acusó a la Administración de realizar "un asedio económico que se mantiene por intereses inconfesables" que entiende que "no es nada casual" y de haberles enviado "una carta de auditoría que en mi opinión es ilegal". De la Liga dijo que "lleva un año sin presidente" y advirtió a sus representantes de que no le obligasen a "ejercer mis obligaciones". También arremetió, sin dar nombres, con los medios de comunicación que considera contrarios a su gestión.