Salve rociera, amor, calor y españolismo en Málaga

Primera | Málaga - Espanyol

Salve rociera, amor, calor y españolismo en Málaga

Salve rociera, amor, calor y españolismo en Málaga

paco rodríguez

Morales y Rocío Madrid se casaron ante 300 invitados

Málaga se convirtió por un día en la capital del sentimiento españolista, congregando a gran parte del pasado y presente pericos alrededor de un acontecimiento sólo apto para aguerridos capaces de aguantar un calor infernal, el bochorno del sur: la boda blanquiazul entre Ángel Morales y Rocío Madrid.

La cita era, para más inri, a las seis de la tarde. Morales llegó un cuarto de hora antes, como mandan los cánones, acompañado de su madre, Carmen Cuerva, la madrina del enlace. Y Rocío, aclamada por las decenas de curiosos (y paisanos suyos) que rodearon la Parroquia de San Gabriel, fue puntual a más no poder: a las seis, y después de que su coche diera una vuelta a la manzana, puso los pies en el suelo. Sus últimos pasos como soltera, antes de convertirse en señora de Morales. La malagueña salerosa iba del brazo de su padre, Antonio, el padrino (nada que ver con el que encarnó Marlon Brando), y con un vestido blanco, cómo no, diseñado por Peter Aedo.

"Olé, olé".

Quienes hayan seguido toda la temporada de Crónicas Marcianas (representada ayer por el inefable Boris Izaguirre) sabrán que Rocío entregaba a todos los famosos un bizcocho cocinado por ella, bautizado como rocibizcocho. Pues ayer fue ella quien lo recibió de manos de una reportera que también lo hizo probar a Morales, a Miguel Ángel Muñoz de UPA, e incluso a la nutrida representación españolista de ayer y de hoy.

Así, Raúl Tamudo ejerció de capitán blanquiazul y fue el único de la plantilla actual que finalmente pudo acudir (cuestión de fechas), junto a su hermano Paco. Y un tocayo de éste, Paco Flores, llegó acompañado por Juan Carlos González, ex médico del equipo. Asimismo, estuvieron Quique de Lucas, ahora en el Alavés, y Toni Jiménez, otro perico hasta la médula.

Pero el detalle emblemático de la ceremonia fue la presencia del coro Aire Rociera, que cantó unas salves ídem a Rocío, lo cual iba que ni pintado. "Olé, olé, al Rocío yo quiero volver" fue el estribillo que cerró la ceremonia tras escucharse los sí, quiero. ¿Volver? Morales ya está en el Rocío, y para toda la vida.

J. C. González

Es un honor poder acudir a la boda de un ex compañero, pero sobre todo un amigo, y poder encontrarme con la gente del Espanyol a tantos kilómetros de distancia. Así también ven la grandeza de Málaga, similar a la de Almería".

Raúl Tamudo

Me alegro mucho por el hecho de que un amigo como Ángel haya encontrado a la mujer de su vida y se hayan casado. Son dos bellísimas personas y se merecen esa felicidad. Cosas así sólo pasan una vez en la vida".