Sólo Torres, la defensa y Leo se salvan del fracaso

Primera | Atlético de Madrid

Sólo Torres, la defensa y Leo se salvan del fracaso

Sólo Torres, la defensa y Leo se salvan del fracaso

Ibagaza, Salva y Luccin no dieron la talla y el Atlético se estrelló

la plantilla uno a uno:

Cuéllar: El domingo recibió el premio que se merece. Su seriedad en el trabajo hizo que Ferrando apostara por él como segundo portero, en detrimento de Aragoneses. Su bautismo llegó en la Copa ante el Lorca y cumplió con creces.

Leo Franco:

Leo ha acabado con el debate en torno a la portería rojiblanca de los últimos años. Estabilidad y fiabilidad han sido sus señas de identidad. Su triángulo con los dos centrales ha mantenido al equipo con opciones de seguir arriba, hasta que se ha convertido en imperativa la aportación de alguien más. Comenzó la temporada algo dubitativo, atajando poco y despejando mucho. Ha ido limando ese defecto poco a poco y si no es por él el sonrojo podría haber sido mayor el algún partido. Es una pieza indispensable para armar la columna vertebral del equipo la temporada que viene.

Pablo

Uno de los grandes descubrimientos, que hay que agradecer a César Ferrando. El técnico se lo trajo de la mano desde Albacete y ha quintuplicado su valoración. Su tándem con Perea ha sido lo mejor del equipo esta temporada. Hasta en cinco ocasiones recibió el sobresaliente de AS para calificar su actuación en los partidos. Además, ha ido creciendo partido a partido. Se ha convertido en un peligro en el juego aéreo (ha conseguido tres tantos) a base de trabajo en los entrenamientos, porque cuando llegó no era un buen rematador. Se ganó a pulso su mejora de contrato.

Fernando Torres

Fernando Torres ha sido el mejor de un equipo que no le ha guardado las espaldas. No ha encontrado un hombro en el que tomar aire y casi toda la capacidad de generar peligro se fiaba a él. Cogió carrerilla y parecía que iba para más de 20 goles, pero le ha faltado gasolina. Ha sido el único jugador de campo de la Liga titular en los 38 partidos y se ha consolidado en la Selección. Al final ha acabado desesperado entre un sistema de juego que le condenaba a la soledad y un grupo de compañeros a los que llegar a la portería contraria era poco más o menos que encontrar El Dorado.

Antonio López

El alicantino ha sido un ejemplo de superación. Llegó sin hacer ruido tras su cesión en Pamplona y al principio pasó por problemas físicos. Se recuperó, pero no era titular y fue trabajando hasta que llegó su oportunidad en Anoeta. En media hora se ganó un sitio que nunca ha perdido. Además, ha tenido que multiplicarse jugando como volante gran parte de la temporada e incluso ha hecho goles. Su zurda ha recibido también el premio de la Selección y ahora es un jugador insustituible.

Perea

Éste fue un acierto de la dirección deportiva. Cuando llegó era un desconocido y ahora medio mundo quiere tenerle en su equipo. Jugó los dos primeros partidos como lateral derecho, hasta la cita del Camp Nou. Ahí ase reencontró en la posición en la que se encuentra más a gusto y a partir de ese momento acumuló cinco actuaciones sobresalientes para AS. Rápido, potente, con gran sentido de la anticipación... el colombiano ha aparecido para suturar los agujeros que otros iban dejando. Un portento.

Salva

Se ha movido dentro de un fútbol enfangado, entre peleas y cargas, pero eso no es suficiente excusa para un delantero. Debería haber medido más sus manifestaciones de agresividad y entonarse de cara a portería. En Málaga hizo 18 goles el año pasado y éste sólo 7 (tres de ellos en un mismo partido). La excusa de los minutos jugados no vale, porque cuando ha tenido continuidad ha estado negado. Lo dicho sobre Ibagaza, en parte, sirve también para él. No ha apoyado con goles una entrega que sí que ha existido. Le ha faltado calidad para acompañar esa dosis siempre generosa de bravura. Su desacierto fue descorazonador.

Velasco

Uno de los fichajes que ha acabado en fiasco. Primero porque ha encadenado lesión tras lesión. Y después por su indolencia. Su actitud fría ha llegado a desesperar y sólo el dinero que costó impidió que Molinero le quitara el sitio.

Molinero

Con 19 años vio su oportunidad con el primer equipo y lo ha dado todo. Derrocha coraje, aunque es un futbolista limitado técnicamente. Su bisoñez le ha jugado malas pasadas, como en Santander, pero ha ganado experiencia.

García Calvo

Ha asumido su rol de central suplente y en general ha cumplido. Tuvo tardes aciagas como en Santander o en Montjuïc, pero también actuaciones brillantes como el gol que consiguió en Copa ante el Nástic. Un aprobado.

Sergi

El suyo ha sido el rendimiento normal de un jugador al borde de la retirada. Ha estado correcto, sin más. Quizá ha disputado más minutos de los que se le recetaron al comienzo de la temporada, pero no ha desentonado.

Marcelo Sosa

El uruguayo se fue haciendo hueco al principio a base de tesón, pero eso es insuficiente. En gran parte ha sido unos de los orígenes del fútbol excesivamente horizontal del equipo.

Luccin

Ha sido una de las grandes decepciones. Llegó tarde y se lesionó muy pronto. Debía dirigir la nave, pero no ha encontrado el nivel para dar un paso al frente. No ha marcado, y eso que una de sus cualidades es el disparo.

Aguilera

Se marcha del fútbol, tras una temporada aciaga machacada por las lesiones. El que haya contado con minutos es un reflejo de que la competencia en su zona no ha existido. La banda derecha rojiblanca se ha estrellado.

Novo

No ha contado y por momentos parecía no importarle. Se le fichó para ser el dueño del carril derecho y ahora el club se ve incapaz de encontrarle acomodo en otro equipo. Las lesiones le han servido de coartada para desaparecer.

Nano

Nunca se había malgastado un potencial tan grande. Física y técnicamente tiene unas cualidades enormes que su cabeza no deja despertar. Consiguió en Montjuïc su único gol y nada más. Otro fiasco en la banda.

Musampa

Otro de esos futbolistas mutantes. Complació en el arranque, pero se fue diluyendo hasta desaparecer. Vio que cada vez contaba menos, pero no se inmutó. La afición se dio cuenta y fue blanco de sus iras hasta su marcha.

Gronkjaer

Su llegada aportó aire fresco. Gurpegui le dejó fuera de combate y quizá también liquidó el futuro rojiblanco. Ha justificado su inversión y debe ser pieza básica el año que viene.

Colsa

La falta de complicidad de Ferrando ha hecho que perdiera crédito. Empezó como titular, pero Sosa le quitó el sitio. Después, a pesar del atasco del equipo, Ferrando tardó en recuperarle.

Simeone

El Cholo se dio cuenta rápidamente de que ya no daba el nivel y en un arranque de vergüenza torera optó por marcharse. Comenzó jugando, pero impreciso y falto de ritmo salió del equipo.

Paunovic

Señalarle como culpable de algo es exagerado, aunque lo cierto es que no funcionó. César Ferrando quiso apostar por él cuando no llegaban los goles, pero el serbio no dio el nivel.

Richard Núñez

Su fichaje sigue aún sin ser entendido. Pese a todo, el uruguayo ha demostrado honradez y ha sido de los pocos que ha querido. Siempre lo ha intentado y encontró su fruto al final.

Braulio:

El abanderado de los jóvenes debería haber tenido más minutos, ante la incapacidad de Salva. En lo poco que ha jugado ha demostrado ser peligroso y vertical. Se cuenta con él.

Jorge:

Se le ha acabado el crédito. No ha explotado y ha desesperado. Él mismo ha reconocido que le ha faltado autoexigencia, acorde con la calidad que motivó su fichaje. Se le busca salida.

Ibagaza

El argentino ha personificado la decepción en mayúsculas. Sus pases y detalles han ido apareciendo con cuentagotas, hasta que desaparecieron por completo. Ha sido un futbolista encasquillado, que en la recta final perdió incluso la naturalidad de su juego. El Atlético ha tenido el peor promedio goleador de su historia, y una parte de eso le toca a él. Realmente cabe señalar sólo aquel pase suyo de tacón a Fernando Torres en el Camp Nou. Al final le pudo la leyenda del desaparecido. Cuando se le buscó nunca estuvo. Ha sido el termómetro de un equipo que nunca encontró en él espontaneidad para sorprender.