El Mallorca da un portazo al ciclo de Fran y Mauro Silva

Primera | Deportivo 0 - Mallorca 3

El Mallorca da un portazo al ciclo de Fran y Mauro Silva

El Mallorca da un portazo al ciclo de Fran y Mauro Silva

jesús sancho / iago guerra

Farinós, Arango y Okubo sacan del hoyo a los isleños

Riazor exhibía un emotivo estado de ánimo para despedir a Fran y Mauro Silva. Los compañeros les dieron las gracias. ¿Por qué? Esa pregunta será mejor responderla dentro de un año, aunque a bote pronto, y visto lo visto ayer, se le ocurren a uno no menos de cien razones. La grada tampoco ahorró en parabienes con quienes han sido su escudo y su bandera durante tantos años.

Así arrancó el partido, entre la obligación de los visitantes y la devoción de los locales. Se le presuponía motivado al Depor, por sus ganas de reconciliarse con una afición desencantada, por agradar a los homenajeados y por la prima del Levante. Diez minutos fueron suficientes para desenmascarar a los locales. Okubo retrató a un Romero cavernario con un amague elemental que el jerezano se comió. Luego el japonés regaló el gol a Farinós. Apenas sumó un par de disparos lejanos el Depor como bagaje local.

El Deportivo echaba en falta criterio y orden. Es decir, a Fran y a Mauro. El primero pasará a la historia como un jugador de seda, un futbolista que domesticó la pelota con su elegante pierna izquierda. El segundo ha sido un jugador titánico de una jerarquía descomunal que nunca necesitó afilar los codos para regir en la medular. Y entonces volvió a ocurrir. Romero fue objeto de falta por parte de Okubo, pero el árbitro dejó seguir. El jerezano se desentendió del balón, que acabó en los pies de Arango, quien no tuvo más remedio que batir a Munúa.

Irureta apostó por revitalizar a los suyos con la presencia de Fran en la reanudación. Dejó a Víctor en la ducha mientras la grada invitaba a Romero a ceder el brazalete a Fran. Un hecho cargado de simbolismo. Y de guasa. Solventada la cuita jerárquica, volvió a ocurrir una tercera vez. Okubo robó la espalda a la zaga y con la picardía de un cara sucia batió a Munúa tirándole un caño. El tanteador era lo de menos, pero la forma cómo cayó el Deportivo sepulta las escasas opciones de seguir de Irureta, que se irá con Fran y Mauro. El Mallorca, por su parte, cerró con un portazo el ciclo deportivista y respira aliviado en tierra prometida.

El detalle: El Mallorca ya depende de él

El Mallorca llegó a estar a once puntos de la salvación. Ahora depende de sí mismos y sí hace lo mismo que el Levante, se quedará en Primera. Juega con el Betis en Son Moix y el Levante, en El Madrigal.