Sería un nene de pecho en el fútbol de antes

Primera | Sevilla - Real Madrid

Sería un nene de pecho en el fútbol de antes

Sería un nene de pecho en el fútbol de antes

Javi tiene la necesidad de ganar sin apostar por el buen juego

Lo de Navarro es un problema genético. Sus reacciones son actos reflejos de un jugador que tiene la necesidad de ganar de cualquier manera sin apostar por el buen fútbol. Técnicamente no está bien dotado, pero contagia respeto y personalidad: una trompada bien puesta asusta al contrario y lo deja pensando para el resto del encuentro. Como en el boxeo...

Passarella usaba el codo continuamente. Es una parte del cuerpo que se convierte en cuchillo. Te pega y te corta, como un knock out. En nuestro fútbol es algo común. El rey es el jugador más vivo y más despiadado. El argentino, con tal de ganar, sacaría si pudiera un revólver del calzón y le pegaría dos tiros en la panza al que tiene al lado.

El mítico equipo de Estudiantes de la Plata fue campeón por su fútbol, pero exhibió por el mundo su prestigio a través de estos recursos oscuros de los que hablamos. Poletti, por ejemplo, jugaba de boquilla desde la portería. Andaba poniendo enfermos a los jugadores del equipo contrario que pasaban por allí: "Sos un cornudo. Mientras estás jugando tu mujer está en la cama con otro. Y encima perderás...".

Luego hubo otros ilustres, como Aguirre Suárez, que jugaba con el cuchillo entre los dientes, o Bilardo, que te cagaba a alfileres, te andaba pinchando y pinchando... Si hablamos de Estudiantes, a mí me sorprendía sobre todo Conigliaro. Este equipo sacaba casi todos los córners al segundo palo, y allí que iba yo a por la pelota hasta que este personaje me rompía a trompadas la espalda. Y yo aguantaba, frito a puñetazos, viéndome casi como Cassius Clay, que tan bien encajaba los golpes en los costados.

En el Mundial de Inglaterra dirigía nuestra selección Juan Carlos Lorenzo. Recuerdo cómo en el partido ante Alemania, antes de salir al campo, le dijo al seis, Rafael Albrecht: "En los primeros cinco minutos, coges a su delantero, lo cagas a patadas y lo echas del campo. Hazlo aunque te echen". El alemán era una saeta, rubio y alto. Salió en camilla, y Albrecht salió expulsado.

Se juega como se vive. Por eso los argentinos somos así en el campo. Pero en el fútbol de hoy falta picardía y se usan recursos de mujeres: se araña la cara, se escupe... Yo me quedo con el de antes, que el de ahora es de travestis. Antes no existía la intención de quebrarte. Hoy se ha perdido el respeto. Javi (Navarro), en mi época, tú serías un nene de pecho. La gente te diría: "¡Me haces cosquillas!". No estoy de acuerdo con el fútbol violento, pero admito que este deporte es una drogadicción que no se puede gobernar si te agarra el ataque del demonio que llevas dentro. Y yo lo acepto, pero siempre que no haya mala intención.

Tres rojas contra el Madrid

Desde que debutara con el Valencia en Primera División (temporada 93-94), Javi Navarro ha visto 58 tarjetas amarillas y siete rojas. A ellas hay que sumar las 15 amarillas y dos rojas que vio como jugador del Elche en Segunda División. Frente al Real Madrid, Javi Navarro ha sido expulsado en tres ocasiones. La primera fue en la temporada 97-98, cuando defendía los colores del Valencia y se fue al vestuario por doble amonestación en el minuto 65. En la campaña 02-03, el central fue expulsado con roja directa en el minuto 47 por pisar a Ronaldo. El partido se jugaba en el Bernabéu y ganó el Madrid 3-0. La tercera expulsión tuvo lugar en las semifinales de Copa del año pasado. El Sevilla venció 1-0 en el encuentro de vuelta pero cayó eliminado. Javi Navarro vio la primera amarilla en el minuto 25 por protestar y la segunda en el 53 por darle un codazo a Ronaldo.