Un bar de Vallecas es la sede del Clavo Ardiendo

Primera | Real Madrid

Un bar de Vallecas es la sede del Clavo Ardiendo

Un bar de Vallecas es la sede del Clavo Ardiendo

dani sánchez

Su dueño, Toñín, ofrece inscripciones en la Cofradía.

La Cofradía del Clavo Ardiendo, expresión acuñada por Míchel y de la que Tomás Roncero es profeta, prosigue su conquista de España. El movimiento, basado en la esperanza madridista de alcanzar al Barcelona y lograr el título de Liga, ha encontrado su sede en el barrio de Entrevías de la capital. Concretamente en el número 20 de la calle Hernández Más, en el bar Palatoñín, cuyo propietario ha creado un formulario de admisión en el que se indica que la Cofradía pertenece a la "Hermandad de las Remontadas Históricas" y a la "Congregación de la Esperanza es lo Último que se Pierde".

Después de rellenar la solicitud, el interesado tiene que esperar la resolución de la dirección para ver si es declarado "Apto" y es aceptado como nuevo cofrade. "No puede levantar sospechas para no meterme el cenizo dentro". Son palabras de Toñín, el dueño del bar, un viejo conocido de la afición blanca, ya que lleva muchos años acudiendo a los partidos en el extranjero disfrazado de torero. "Ahora se ve a muchos toreros pero yo fui el primero. Soy talismán, nunca he visto al Madrid perder fuera de España. La idea de la Cofradía se me ocurrió gracias al maestro Míchel, a mi tronco Roncero, a Gatti y a Don Alfredo (Relaño). Éste dijo que nos quedaba poco, pero todavía hay esperanza. Aunque estaremos justos".

Toñín ha inspirado uno de los capítulos de una película que se está rodando sobre la cultura del madridismo en el mundo. "Estuvieron rodando siete horas en el bar". El actor reconoce orgulloso que después de las tres finales de Champions se ha quedado embarazada su esposa, a lo que esta replica que "espera que no ganen muchas más".

Cada vez que llega un gol blanco, en el bar se repite el mismo ritual : "Pongo una música, salgo corriendo y le doy un cabezazo al cencerro". La Cofradía está a buen recaudo, sin duda.