El ambiente en el entorno del Tenerife se enrarece cada día que pasa. Los continuos retrasos en los pagos, la falta de gobierno del club y la relajación de la disciplina han sido constantes en los últimos años, pero desde hace un par de semanas los problemas amenazan con saltar a las páginas de sucesos. Ayer hubo un conato de pelea entre el Tigre Barrios, entrenador, y Mariano Bombarda, delantero argentino.
Tras el entrenamiento y antes de que pasaran los distintos protagonistas por la sala de prensa se produjo una reunión en el vestuario que acabó con enorme tensión. La cita fue convocada para aclarar diversos aspectos del ámbito disciplinario interno del equipo blanquiazul. Se tocaron las multas sobre retrasos y faltas. Los técnicos explicaron que habría que evitar estos pequeños problemas de cara al final de la temporada.
En medio de la reunión se produjo un incidente entre Mariano Bombarda, uno de los jugadores más díscolos del equipo, y José Antonio Barrios. El técnico escuchó un insulto del delantero, habitual en la boca de los argentinos ("la concha de tu madre") y se arrancó para agredirle con las mancuernas de un juego de pesas. Edu Moya y el preparador físico Jesús Suárez mediaron para separarlos y que no llegasen a las manos.
Barrios ya ha tenido varios enfrentamientos con Bombarda, que, antes del partido contra el Alavés, se marchó sin firmar la convocatoria, por lo que el técnico debió llamar de urgencia a un jugador del filial. Desde el inicio de la temporada el argentino, el jugador mejor pagado del equipo (200.000 euros anuales), no ha contado ni para Pepe Moré ni para Barrios por su falta de implicación y de forma física.
Al borde de la crisis por deudas
Hay jugadores del Tenerife que arrastran deudas desde hace años, mientras que todos sufren continuos retrasos en los pagos. La situación de crisis es tal, que el presidente Pérez Ascanio ha lanzado dos mensajes de desaliento en la última semana. En el primero dijo que no garantizaba los pagos el 31 de julio, cuando se cumplen los plazos federarivos de descenso administrativo. En el segundo, que necesitaban ayuda para enjugar la deuda del club, estimada en 42 millones de euros, pero que no iba a convocar elecciones anticipadas. Los jugadores del Tenerife, ante este clima de alarma generalizado, podrían empezar a realizar acciones de protesta, tales como plantes, huelgas o vestir camisetas con sus reivindicaciones a partir de la semana que viene.
