El Real Zaragoza no ha podido festejar el aniversario de la consecución de la Copa del Rey del pasado año contra el Real Madrid, en el estadio de Montjuic, al caer eliminado por el Austria Viena en un partido agónico en el que el equipo maño encajó dos goles nada más empezar lo que le obligó a buscar un triunfo heroico.

El conjunto aragonés se vio penalizado por dos graves errores defensivos en el inicio de partido, en sendas faltas desde el mismo sitio y que prácticamente fueron un calco la una de la otra.

Todo el entramado táctico que había dispuesto Víctor Muñoz para afrontar el encuentro, con un triple pivote en el centro del campo para frenar las contras de los austríacos, y que le había dado tan buenos resultados en los últimos encuentros, se desplomó al encajar el Real Zaragoza dos tantos en los primeros doce minutos de juego que le obligaban a marcar tres para pasar a la siguiente ronda.

Además, el Austria pudo marcar el tercer tanto tres minutos después del segundo en un gran disparo del francés Jocelyn Blanchard desde casi 30 metros que se estrelló en el larguero.

Tras los dubitativos minutos iniciales el Zaragoza puso cerco al portal visitante y tuvo dos excelentes oportunidades. Tras ellas, el conjunto centroeuropeo se pertrechó atrás y se veía a un equipo local atascado hasta que, en un contraataque llevado por Savio, una salida a destiempo del meta croata Joseph Didulica le costó la expulsión en el minuto 31.

Dominio total

A partir de ahí el conjunto de Víctor Muñoz fue el dominador total y absoluto del partido, aunque curiosamente apenas se produjeron oportunidades porque el Austria se replegó con orden y acierto, hasta el tiempo de prolongación del primer periodo en el que los maños tuvieron dos excelentes opciones de marcar en disparos de Savio" Bortolini y de David Villa.

Tras el descanso el conjunto zaragozano, apoyado por un público entregado que creía en el milagro, sumó ocasión tras ocasión hasta que en el 57 una falta señalada dentro del área foránea por juego peligroso fue rematada por Galletti al fondo de las mallas.

Cinco minutos después, de nuevo en un remate raso del argentino, el Real Zaragoza igualaba el encuentro y se ponía a un gol de superar la eliminatoria. Quedaban 28 minutos para consumar la proeza.

La ansiedad por marcar el tercero pareció entorpecer la capacidad creativa maña porque a partir de la igualada el dominio fue similar pero carente de ocasiones y el cansancio por el esfuerzo propició dos clarísimas oportunidades visitantes que desbarató el meta Luis García.

Finalmente el valor doble de los goles fuera de casa acabó por penalizar al conjunto maño que quedó apeado sin haber perdido ninguno de los dos encuentros.