La plantilla que dirige Bernd Schuster no pudo vivir una jornada tan agitada o, cuanto menos más excepcional, como la de ayer. El Levante cayó derrotado en su encuentro amistoso frente al Krylia Sovetov Samara por 2-0, en un choque en el que los suplentes del cuadro granota dejaron bastante que desear en su actuación, sobre todo si se tiene en cuenta que aspiran a entrar en los planes del preparador alemán.

Durante el encuentro, se produjo un hecho poco habitual en un amistoso, y es que los ánimos de ambos equipos condujeron los acontecimientos hacia una refriega donde hubo de todo: puñetazos, patadas, insultos e incluso se vio involucrado el técnico Bernd Schuster, que entró en el bullicio para separar a los futbolistas, pero que tuvo que defenderse como pudo ante el acoso de los rusos.

Durante el partido disputado en el Oliva Nova Golf, se produjo la lesión del centrocampista Nacho Pérez, uno de los hombres destacados en la presente temporada, que ayer se resintió de los problemas en los isquiotibiales que le impidieron actuar ante el Zaragoza la pasada jornada. Hoy se le practicará una resonancia magnética. Si se confirma que padece una rotura fibrilar, tendrá que pasar un período de alrededor de tres semanas de recuperación.

La buena noticia de la mañana la ofrecieron tanto Luis Manuel Rubiales como, sobre todo, Ian Harte. El internacional irlandés permanecía en el dique seco desde mediados del pasado mes de diciembre, cuando se resintió de unos fuertes dolores en la zona inguinal, que le llevaron al quirófano. El ex del Leeds United ya tiene el alta médica, del mismo modo que su compañero.

El autobús les dio un susto

El colofón al agitado día se lo encontró la plantilla cuando el autobús casi les deja tirados. Los jugadores, con buen humor, empujaron para 'reanimarlo'.