Soláns: "Estamos hasta el gorro, muy hartos..."

Primera | Zaragoza

Soláns: "Estamos hasta el gorro, muy hartos..."

Soláns: "Estamos hasta el gorro, muy hartos..."

En una de sus ruedas de prensa más singulares y teatrales, Alfonso Soláns rompió ayer, por fin, su silencio para denunciar con grandes voces los últimos atropellos arbitrales y pedir que se reimplante la recusación arbitral, para que el cántabro Teixeira Vitienes no arbitre nunca más al Real Zaragoza.

Estamos hasta el gorro. Así de claro. Y no piensen ustedes que la educación está reñida con la veracidad. El Zaragoza tiene un presidente que actúa como cree, pero ya se me han hinchado las narices. Estamos hartos, hartos de verdad". Con esta frase dicha a voz en grito y adornada con gestos exagerados de enfado, Alfonso Soláns rompió ayer por fin su silencio, para denunciar la persecución arbitral que ha sufrido el equipo aragonés en el último mes. Fue uno de los discursos más largos que se le recuerdan a Soláns, casi tres cuartos de hora, y, desde luego, el más singular y teatral desde que en diciembre de 1996 sucedió a su padre en la presidencia del club.

Al margen de las grandes voces y de la sobreactuación en varios momentos, lo más significativo de las palabras de Soláns fue su insistente petición para que se reimplante en el fútbol español la recusación arbitral. "No quiero -dijo el presidente- volver a ver a Teixeira arbitrando un partido del Zaragoza. No tengo nada contra su persona. Ni lo conozco. Pero como árbitro no quiero verlo más. Es, sin duda, el arbitraje que más me ha enfurecido en mi vida. Nadie podrá recordar un día que me haya visto más enfurecido que hoy. La gota ha colmado el vaso y no aguanto más. Esto no se puede quedar así y vamos a exigir responsabilidades. Cuando un árbitro se equivoca de una forma tan grave, aquí no pasa nada. Y yo creo que hay que reimplantar las recusaciones y sancionar a los árbitros cuando se equivocan".

Acusaciones. Soláns, que estuvo arropado en la rueda de prensa por todos los miembros de su consejo de administración y por los principales ejecutivos del club, también quiso defenderse contra las acusaciones de no haber levantado la voz a tiempo, sobre todo tras el escándalo de hace tres semanas en el Santiago Bernabéu. "Muchos han criticado mi blandura después del partido del Bernabéu. Y también se ha dicho que no siento al Zaragoza y que nunca me mojo, pero quiero decir que, mientras yo sea presidente, el club actuará con el criterio que crea el consejo de administración. Después del día del Real Madrid entendíamos que un comunicado de queja y una protesta serena a Villar serían suficientes, y creo que no nos equivocamos. Como pienso que ahora tampoco. Igual el sábado frente al Barcelona nos dan otro galletazo en la nuca, pero soy muy consciente de mis actuaciones. Esto no es un cambio de estilo, pero había que dar un golpe en la mesa para que no se nos rían. Confío en que no se vuelva a repetir un escándalo como el de Albacete, al menos esta temporada", señaló Alfonso Soláns.

El presidente del Real Zaragoza, tras alzar la voz varias veces más, llegó a admitir en un momento de su intervención: "Estoy alterado de verdad, como cualquier aficionado, pero ni me siento presionado ni me he tomado un excitante". Y no tardó en hacerle un guiño a la hinchada: "Simplemente, quiero erigirme desde aquí en el portavoz de la afición. Y hago mío su enfado. Yo no creo que los árbitros estén condicionados, pero no soporto la ineptitud. Y en Albacete, la ineptitud fue continua. No voy a aguantar más que se nos pisotee. Voy a volver a hablar con Villar y con Sánchez Arminio, porque esto no puede volver a repetirse. Vamos a exigir responsabilidades, porque no hay derecho a estas masacres".

Y Soláns, como no podía ser de otra forma, acabó llamando a la unidad de todo el zaragocismo: "Desde aquí pido la unidad de la afición. Debemos unirnos para animar a nuestros jugadores y para criticar y presionar deportivamente a los árbitros cada domingo. Quiero una presión educada contra el club rival y contra el árbitro. Ante la dificultad debemos estar más unidos que nunca".