"He vivido en un fútbol corrupto, pero yo he realizado sólo el diez por ciento de lo que he visto, a todos los niveles. He pagado estipendios en negro, he evadido tasas, y por ello he pagado con 53 días en la cárcel y unos 110 de arresto domiciliario". Así se despacha el ex presidente del Ancona, Ermanno Pieroni, en una entrevista al diario La Repubblica.
La historia deportiva de Ermanno Pieroni, de 59 años, es más que curiosa, pues fue árbitro, llegó hasta la Serie C, equivalente a la Segunda división B; director deportivo de varios clubes, entre ellos del Perugia; y accionista mayoritario y presidente del Ancona, entonces en la Primera división y el pasado 11 de agosto en quiebra. Precisamente, por su gestión al frente del Ancona fue juzgado y sentenciado por fraude al Estado y quiebra fraudulenta.
Pieroni no duda en dar el nombre de Luciano Moggi, director general de la Juventus, como uno de los causantes de sus problemas: "Si debo recordar a quienes me lo han hecho pagar, Moggi está en la cabeza de mis pensamientos". Y recuerda que la "venganza" de Moggi puede venir del partido Perugia-Juventus Turín (1-0), del 14 de mayo de 2000, cuando el conjunto turinés perdió el título en beneficio del Lazio en la última jornada en un partido jugado con un terreno casi impracticable por la lluvia. Entonces Pieroni era director deportivo del Perugia.
Pieroni, asimismo, recuerda lo que califica por esos días "una extraña llamada" desde Turín: "El viernes me llamó Francesco Cimminelli, entonces administrador delegado del Torino y empresario cercano a la FIAT, a la Juventus y a Luciano Moggi. Deseaba verme con urgencia, quería ofrecerme un cargo en el Torino. Le dije que esperara a la disputa del Perugia-Juventus".
Control de la Serie A
"Moggi no me lo ha perdonado nunca. El martes siguiente al partido me reuní con Cimminelli, que me ofreció tres años de contrato con el Torino, a tres millones netos de euros. Firmé y pocos días después la prensa deportiva local montó una dura campaña contra mí, como la protesta de los ultras torinistas. Creo que estaban dirigidos. Una semana después, Cimminelli me dijo que no se hacía nada", apunta.
Pieroni, además, no duda en afirmar que "Moggi controla a través de sus hombres a ocho clubes de Serie A" y que "en estas semanas está haciendo presiones para entrar en el Roma" y que "ya ha metido en el Lazio a uno de sus fieles, el director deportivo Gabriele Martino". También asegura que Moggi tiene "hombres en veinte clubes entre la Segunda y Tercera división" a través de la empresa de representación deportiva que preside su hijo, Alessandro.
