El 20 de enero de 1985, un jovencísimo Paolo Maldini, hijo del mítico Cesare, debutaba en Serie A frente al Udinese. Hoy, con los de Udine de nuevo como rivales, Il Bello celebra sus 20 años en Primera División. Lo hace con el brazalete de capitán rossonero y con un palmarés que da miedo. El Giuseppe Meazza rendirá tributo al defensa más elegante de los últimos tiempos.

En su bautismo en la élite, en aquel empate ante el Udinese (1-1), Maldini entró en el campo en la segunda parte sustituyendo a Battistini. Fue el sueco Nils Liedholm quien le dio la oportunidad de debutar en el equipo rossonero pese a que sólo tenía 16 años. Desde entonces, Maldini ha conquistado cuatro copas de Europa, cuatro Supercopas europeas, siete ligas, una Copa de Italia, cinco Supercopas italianas y dos Copas Intercontinentales. Un currículo de aúpa para un jugador que en el Mundial 2002, tras aquel robo sufrido ante Corea del Sur en Daejeon, dijo adiós a la selección azzurra, con la que ha disputado 126 partidos (7 goles). Un récord en el fútbol transalpino, donde superó la cifra de Dino Zoff (112 encuentros).

"Él es el Milán".

En Serie A, Maldini ha jugado 535 partidos, en los que ha marcado 25 goles. Y en la presente temporada es el jugador que más minutos (1.530) ha utilizado Carlo Ancelotti, quien fuera compañero suyo sobre el césped y que ahora le dirige desde el banquillo. Números de vértigo para un lateral convertido en central y al que la pelota siempre le dio la razón. "Paolo es un campeón inimitable e inalcanzable. Para mí, él no es el símbolo del Mil él es el Milán", afirma Adriano Galliani, administrador delegado de un club que ha vivido la mejor época de su historia con Maldini en su defensa.