De Patri a Cristian, quince años de mercado infantil

Fútbol | Los niños del fútbol

De Patri a Cristian, quince años de mercado infantil

De Patri a Cristian, quince años de mercado infantil

El Barça, a la cabeza: Iniesta, De la Peña y Lamela

El tráfico de ilusiones, como lo llaman en Argentina para no incurrir en falta si lo denominan tráfico de niños, nunca ha sido generalizado en el fútbol español, pero sí hay apuntes de intermediación en edades infantiles. El primer caso fue el de Patri por el Atlético, en 1988, y desde entonces algunos muy sonados como el de Iniesta, que tras brillar con el Albacete en el torneo alevín de Brunete, con 12 años, fue fichado de inmediato por el Barcelona.

El Barça es el más repetitivo en este tipo de actuaciones. Además de llevarse a Iván de la Peña del Racing con 15 años, este verano volvió loco a Erik Lamela, un argentino de 12 años de River Plate. Para engatusar a los padres, el Barça les daba 120.000 euros, vivienda para la familia, trabajo para los padres y estudios a los hermanos de 8 y 14 años. Los Lamela desestimaron la oferta, pero esa misma estrategia sí le dio frutos con Cristian Ceballos, un niño del Bansander (como Bea Patou) al que fichó con 11 años un mes antes de comenzar el último torneo de Brunete. Cristian fue nombrado mejor jugador del torneo y ya toda su familia vive y trabaja en Barcelona.

De nuevo a espaldas, y en edades donde es imposible negociar un traspaso, este año el Barça se llevó a dos cadetes del Athletic (Ibai Martínez y Arkaitz de Luis).

El caso internacional más llamativo es el del ghanés Freddy Adu. Con 11 años recibió una oferta del Inter de 600.000 euros, pero su representante rechazó el negocio por otro más jugoso: nacionalizó a Adu estadounidense, firmó un contrato con Nike por un millón y medio de euros y a los 14 años ya jugaba en el DC United cobrando los 250.000 dólares del tope salarial de la Major League Soccer.