Choque de euforias en un Calderón fortificado

Primera | Atlético - R. Madrid

Choque de euforias en un Calderón fortificado

Choque de euforias en un Calderón fortificado

jesús rubio

El Atlético, invicto en casa. Debuta Gronkjaer. Optimismo blanco

Se suele decir que los derbys no tienen pronóstico porque la pasión los iguala y quien viene por detrás equilibra cualquier vaticinio porque su pasión es mayor. Aunque fuera cierto, que no lo es (el Atlético sólo ha ganado dos de los últimos 21 derbys ligueros contra el Madrid), en este caso no quedaría claro quién viene por detrás (espiritualmente, se entiende), si los rojiblancos, que son octavos a ocho puntos de su rival, o los madridistas, que acaban de sacar medio cuerpo de un pozo.

Tiendo a pensar que en esta ocasión es el Madrid quien viene por detrás y quien inclina unos pocos grados el pronóstico a su favor, pues a la euforia provocada por la victoria en seis minutos ante la Real, se suma la llegada del nuevo entrenador (tipo que inspira respeto), lo que convierte a los galácticos en meritorios que podrían sentir su puesto amenazado. Y eso es mucho talento desatado y, quizá, hasta ordenado.

El Atlético opone a todo eso su fortaleza en el Calderón, donde ha ganado seis partidos y sólo ha empatado dos (Barça y Zaragoza), y la presencia estelar de Fernando Torres (siete goles en Liga) para el que se ha fichado un extremo que le haga caso, Gronkjaer (27 años). El danés, pese a ser diestro, se estrenará por la banda izquierda para poner a prueba las facultades de Arbeloa (21 años), lateral que sustituye a Michel Salgado (sancionado). La presencia de Molinero (19), otro lateral derecho debutante, dependerá de la recuperación de Aguilera (35).

Si en el Atlético la disposición táctica ha variado por la entrada del danés (Ibagaza hará de Zidane desde la derecha y Antonio López ejercerá de lateral zurdo), en el Madrid todo está por ver: se repite equipo clásico con la única excepción de Pavón por Samuel (sancionado, claro), pero se esperan novedades en los movimientos o simplemente que haya movimientos. Apetece mucho ver qué ha aportado tácticamente Luxemburgo y cómo planea fortificar el centro del campo, que se las verá ante Sosa (cáustica) y Luccin. Será interesante observar si algunos galácticos salen con riendas.

La estadística del derby también da para comprobar algunas intuiciones: al Atlético no le han pitado ningún penalti a favor esta temporada y suma diez postes; al Madrid no le expulsan un rival desde el 1 de febrero de 2004. Y ni Zidane, ni Roberto Carlos ni Torres han marcado en estos partidos. Datos todos que, por contundentes, amenazan caducidad instantánea.

El corazón. Si el derby es sentimiento (de rivalidad con el vecino) y el sentimiento importa (que no está claro), hay que destacar que el Madrid saltará al césped con cuatro madrileños y el Atlético con uno, con dos si juega Aguilera. Lo curioso es que a excepción de este último, ninguno se ha criado en la capital: Iker (Móstoles), Pavón (Getafe), Guti (Torrejón), Raúl (Villaverde) y Torres (Fuenlabrada). Esto no significa que no haya chulapos en el derby, estará lleno. Por cierto, Enrique Cerezo (1948) nació en el barrio de La Paloma y Florentino Pérez (1947) en Hortaleza. Ellos saben qué se juega hoy.