Fue el propio Florentino Pérez, quien tras anunciar la no renovación de Vicente del Bosque, pronunció una de las frases mas comentadas: "Buscamos un librillo más avanzado". Tras la llegada del italiano Arrigo Sacchi y del brasileño Vanderlei Luxemburgo, el Real Madrid ha contratado a dos revolucionarios del mundo del fútbol.
Luxemburgo es licenciado en Educación Física (dicen por Brasil que de ahí viene su adicción por el trabajo físico). Tiene un carácter seco y relajado y es inflexible con sus métodos de trabajo. Hace seis años, en 1998, y tras ser expulsado por discutir airadamente con el colegiado brasileño Claudio Vinicius Cerdeira, recibió una dura sanción de la CBF (la Confederación Brasileña de Fútbol): 60 días de suspensión. Por este motivo solicitó al Corinthians que le adaptasen un dispositivo electrónico con el que poder comunicarse con su ayudante y mano derecha Oswaldo de Oliveira para poder dirigir los movimientos defensivos y ofensivos de sus jugadores. El dispositivo se asemejaba a los pinganillos que se utilizan en televisión. Pero Luxemburgo aspiraba a mucho más. Quería que Oliveira llevase un pinganillo y que el capitán del equipo llevase otro, al estilo de los ciclistas y de los jugadores de fútbol americano.
Sin embargo, la CBF sólo le dio permiso para que dicho aparato fuese utilizado solamente por su ayudante y no por los jugadores. Actualmente, Luxemburgo suele utilizar walkie-talkies (como en la fotografía) durante los partidos para comunicarse con los miembros de su cuerpo técnico, que le van indicando los fallos que comete su equipo y las maneras de poder solucionarlos. Pero no sólo sirve para reaccionar ante determinados errores. Así puede ejecutar jugadas ensayadas y encontrar defectos en el equipo rival. La tecnología se pone al servicio del juego-espectáculo.