En la Asamblea de Accionistas que hoy se celebrará en el Atlético se aprobará, por la mayoría accionarial de la familia Gil y de Cerezo, la venta parcial de División Inmobiliaria, o lo que es lo mismo, la venta parcial del estadio a inversores privados. El club asegura tener ya dos interesados: uno que compraría el 5 por ciento de la sociedad y otro el 10. En el momento en que se firmen esos acuerdos, pasarán a ser dueños en parte del estadio.
El primero en llamar a las puertas fue Felipe Ares Cabrera, promotor inmobiliario que participó y sacó gran beneficio en la venta de Sarriá y posterior recalificación de los terrenos del Espanyol. Sarriá fue vendido por 56 millones y meses después su valor era de 97.
Ares Cabrera, de la mano de Ignacio del Río, mantuvo una reunión personal con Miguel Ángel Gil en las oficinas del estadio y le propuso sus intenciones. El promotor estaba interesado en adquirir el 20 por ciento y así se lo transmitió a Gil Marín. Tal era el afán de Ares Cabrera por pellizcar la futura recalificación de los terrenos del Calderón que junto a Ignacio del Río llegaron a reunirse en un restaurante de Madrid con Alfonso Camba por si la familia Gil le vendía todas sus acciones y él fuese el nuevo presidente. Camba les escuchó, pero desestimó el negocio.
Recientemente, Fernando García Abasolo, miembro de la comisión económica del Atlético, reconoció la apertura de División Inmobiliaria a inversores privados. "Existen conversaciones, pero no está claro si al final contaremos con socios puramente financieros o con otros con mayor implicación en la explotación". De los socios financieros, Caja Madrid mantiene línea directa con el club. De hecho, en la actualidad el estadio está hipotecado en favor de la entidad bancaria por 10'4 millones (9 de préstamo y 1'4 de costes y gastos), hipoteca que los dirigentes firmaron el pasado 28 de junio. Del propio club se han filtrado dos nombres, Caja Madrid y La Caixa, pero no hay confirmación.
En las negociaciones entre el Ayuntamiento y el Atlético para la venta del estadio, el club solicitaba como contraprestación unos terrenos para la Ciudad Deportiva. Sin embargo, Cerezo y Miguel Ángel Gil han confirmado que negocian con diversos municipios para construir ellos las instalaciones. Es decir, la futura venta del Calderón sería un trueque directo de terrenos cuyos derechos y beneficios serán de División Inmobiliaria y sus inversores.
El temor de los aficionados es que se calque la estrategia llevada a cabo con Gerencia Atlética, sociedad de la que el club vendió el 19'61 por ciento a la empresa Sportex Media por 7'2 millones de euros, a pagar en diez cuotas de 720.000 euros anuales. Sólo dos años después, el Atlético ha recomprado esas acciones por 6'2 millones. Sportex, que sólo llegó a pagar dos plazos (1'4 millones), ha ganado casi cinco millones limpios en la operación.
