Indigestión. Horas antes del timo-partido de El Madrigal tuve la sana y recomendable ocurrencia de irme con la family (padre, madre, Luchi, cuñado Javi, cuñada Paz, sobrina Bea y mi pequeño Marcos Santiago) a comer a un coqueto restaurante, El Canario, que huele a cocina tradicional (las migas manchegas y el arroz con costillitas son de concurso gastronómico). Pasado Barajas, en el término municipal de Paracuellos del Jarama. Se me acerca un camarero noble y dicharachero nada más hacer acopio un servidor del cabrito (jugoso y delicioso). "Señor Roncero, yo soy del Madrid a muerte y espero que este año ganemos algo. Pero desde que se fue Del Bosque todo va torcido. Yo servía a Vicente, a Toni Grande y años atrás hasta a Juanito. Ése sí que era un buen tío. Se gastaba todo el dinero en invitar a cualquier madridista que había en el bar. Sentía los colores como un niño. ¿Qué nos pasa?". Le quise responder con un planteamiento científico que me hiciese parecer un erudito en la materia. Pero fui honesto, me acerqué a su blanco oído y le confesé: "Ten fe. Este Madrid está sin alma, pero Roma puede curar todos los males. Fe, mucha fe, maestro...".
Blancanieves. El híbrido de titulares (Iker, Salgado, Samuel, Helguera, Beckham y Ronaldo) con suplentes (Pavón, Celades, Solari y Owen) y suplentísimos (Raúl Bravo) fue tan insípido como un yogur natural sin azúcar. Ante el Villarreal de la Armada Argentina (Gonzalo, Arruabarrena, Sorín, Riquelme y Lucho) sólo se salvaron el portero (Casillas, tú a tu bola crack) y los centrales. Bien Samuel, mejor Pavón. Pero eso es lo triste de este Madrid desterrado de las galaxias por su falta de hambre colectiva y de entusiasmo futbolístico. Esto empieza a ser como lo de la bruja de Blancanieves. "¿Verdad espejito que soy la más guapa del mundo?". Más vale ser sincero con los chicos y decirles la verdad. Se detectan arrugas, hay acné (no juvenil, desgraciadamente) y sólo queda apelar al orgullo y el honor de tipos que lo han sido todo en el star system. No arrojo la toalla con ellos. Siempre nos quedará Roma y sé que allí vuelven Zidane, Roberto, Raúl, Guti (¡cuánto te eché ayer de menos, chaval!) y Figo. Por cierto, Pellegrini puso el dedo en la llaga con Guasch: "Figo es el jugador más completo del mundo". El único que no ha renovado. Presi, por dios, da un volantazo ya...
Efecto Nadal.Para el Olímpico without people (o sea, a puerta cerrada) recomiendo a Mariano que recurra a la terapia de choque. Que ponga en Roma a los muchachos los vídeos de los partidos de Moyá y Nadal en la extásica final de Sevilla (Roddick and Fish go home!) y, en los postres, que proyecten el España-Brasil y el España-Italia de fútbol sala. Los galácticos, como los dinosaurios, fueron en su día los reyes de la Tierra. Les quieren por lo que son, pero también por sus óleos futbolísticos. Pues en Villarreal, ni con rotring 0,2 ni con brocha gorda. Riquelme campaba a sus anchas (¿qué hacía un pitbull como Javi García en el banquillo?), Cazorla avisaba y sólo el buen orden defensivo de la guardia pretoriana de San Iker evitaba otra cornada en el corazón del Imperio. En el palco, el adorable Luis Gómez Montejano (80 años muy bien llevados) hacía de Florentino junto a Fernando Roig, el almirante de ese digno submarino amarillo. Desde Venecia, Florentino medita. Y, aunque a Roma acudirá con todas sus Legiones, sé que ya medita hacer un Plan Renove de verdad. Españoles, por fin (Joaquín, Del Horno, Sergio Ramos), galácticos de última generación (Robinho y Adriano) y galácticos para soñar (¿por qué Ronaldinho no sale firmando junto a Joan Laporta su renovación?).
Los García. Una toma de televisión en el descuento sirvió para describir gráficamente lo sucedido en El Madrigal. García Remón se agarraba al banquillo dolido por tanta ineficacia (¿jugó Reina anoche?) y su tocayo García Hernández destrozaba el nudo de la corbata ante los últimos arreones de ese Villarreal que tampoco fue capaz esta vez de tumbar a los blancos. Y van 13 partidos. Eso es lo triste. Al Madrid le queda la estadística. Pero el buen juego y la pegada le han abandonado como los malos desorodantes.
28.416 votos. Pero el fútbol es mucho más que eso. Fuera del campo hay pasión, sentimiento y corazón. El que puso José Linares, presidente de la Peña Rivas-Covibar, que fue capaz de viajar en coche desde Madrid a San Braudilio de Llobregat para comprar lotería de Navidad del número 28416. ¿Qué tiene de especial el numerito de marras? Sencillo. Ese fue el registro de votos que Florentino obtuvo en las Elecciones del pasado 11 de julio. La dueña de la Administración número 3 de este pueblecito barcelonés le dijo que ese número está abonado desde hace 22 años a diferentes empresas del municipio. Pero, con buen talante, les dieron cinco décimos. Se los repartieron Súper Floren, los Manolos (Redondo y Parreño), Samuel (no Walter, sino Valverde, el histórico empleado que lleva el capítulo de socios) y otro para la peña de este municipio de la carretera de Valencia (km. 23). Allí, en los Salones Oma Palace, también brindamos en la noche del viernes por Florencio, fallecido en el 11-M en la estación de Santa Eugenia. Madridista de raza. Auténtico. Sólo la barbarie nos lo arrebató. Pero su espíritu está vivo. Siempre fieles.
