El Éibar es el líder de la Segunda División por méritos propios... y por estar a la última a la hora de recuperar a sus jugadores. Para ello utiliza un sistema novedoso para la mayoría de los aficionados, pero que, sin embargo, es algo muy habitual tanto para jugadores como para médicos y cuerpos técnicos: la crioterapia.

Este método consiste en aplicar baños de agua fría después de cada encuentro liguero o de un entrenamiento fuerte. De esta manera, los jugadores evitan cualquier tipo de microrroturas fibrilares o lesiones musculares. Se suele utilizar agua muy fría (en Éibar incluso echan hielo al agua) debido a su carácter antiinflamatorio. A las instalaciones del equipo armero este método lo ha traído José Luis Mendilíbar, técnico del conjunto eibarrés desde el pasado verano. El entrenador explica por qué utiliza este método: "La gente sufre golpes, microrroturas fibrilares... Lo que hacemos es que, tras el partido, al día siguiente, en el entrenamiento, les metemos siete minutos en hielo. Algunos protestan pero creo que es necesario hacerlo. Es como un entrenamiento más". Así, todos los jugadores pasan por este tipo de recuperación. Los titulares lo suelen hacer después de los partidos, mientras que los suplentes cumplen entre semana.

Eso es algo que molesta a algunos miembros de la plantilla azulgrana, como Alberto Suárez ("Se lleva mal. Nos abrigamos bien por arriba pero se siente el frío en las piernas"), aunque hay otros que han sabido afrontarlo bien, como el portero Gorka Iraizoz, cedido por el Espanyol: "Ya estamos acostumbrados de todas las veces que lo hemos hecho".

Guiroy: "Me quedé asombrado"

Pablo Guiroy es el cámara de Tele 5 que grabó las imágenes: "Me quedé asombrado. Estaban siete minutos justos. Sabía que para soltar los músculos un chorro de agua fría era bueno. Es más, yo, a veces, corro por la playa y luego me doy un chapuzón, pero de 10 ó 20 segundos. Te quedas nuevo".