Robinho se entrenó ayer duro para aliviar la espera

Robinho ya sonríe. A pesar de que aún no existan novedades oficiales con respecto al secuestro de su madre, al jugador se le vio ayer, por primera vez desde la trágica noticia, esbozando una sonrisa en su boca. Fue en el entrenamiento que realizó el Santos por la tarde en la Ciudad Deportiva O Rei Pelé.

Robinho fue el último jugador en llegar a las instalaciones. Lo hizo en su vehículo, acompañado, como es habitual, por un miembro de seguridad del club que no se despega de él desde el secuestro de su madre, Marina. Los futbolistas del Santos aparecieron a las 17:30 horas sobre el césped para afrontar (bajo un aguacero) una paliza física. A pesar de que no se ejercitaba desde el pasado sábado por la mañana, Robinho fue uno más y realizó el mismo trabajo exigente que el resto de sus compañeros. Primero hizo carrera continua (sin despegarse de su amigo William), luego cuatro series de tres minutos con progresiones de velocidad y por último un ejercicio nunca visto en España: el Santos posee en sus instalaciones un espacio de unos 20 metros cuadrados que simula una miniplaya (la zona está cubierta por arena fina traída directamente de la de Santos). El equipo hizo circuitos sobre este curioso escenario durante 20 minutos.

En este tramo del entrenamiento fue donde por un instante se vio a un Robinho feliz. Primero bromeó con algunos compañeros, luego chocaba las manos con sus mejores colegas de vestuario e incluso protagonizó la imagen de la tarde. Cuando los jugadores hacían unos ejercicios de zig-zag con unas barras fijadas en la arena, Robinho se tropezó y cayó al suelo, lo que arrancó la risa de sus compañeros y del propio delantero, algo inhabitual en la última semana.

Avance. A pesar de que no se filtre nada a la prensa sobre cómo van las negociaciones del secuestro de su madre, la actitud que tuvo Robinho ayer puede indicar que el caso está avanzando. Hoy está previsto que el jugador vuelva a ejercitarse junto a sus compañeros en doble sesión (a las 10 y las 17 horas).

La tensión le provoca unas molestias en la zona lumbar

Los duros 10 días que han pasado desde el secuestro de su madre han dejado secuelas físicas en Robinho. Ayer, tras realizar las series de carrera continua, se vio cómo se tocaba la región lumbar. Pudo finalizar el entrenamiento (se mantiene en un gran estado de forma), pero el médico del Santos, Antonio Carlos Taira, confirmó a AS que Robinho tenía dolorida la zona lumbar: Es cierto que tiene molestias ahí pero es lógico por la complicada situación que está atravesando. La tensión que está viviendo hace que se le cargue esta zona, pero mañana se entrenará con normalidad. No es importante.