Ronaldinho crea y roba

Primera | Barcelona 3 - Osasuna 0

Ronaldinho crea y roba

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Le sirvió el 1-0 a Etoo y sisó al árbitro en el penalti

Una genialidad y un engaño. Ronaldinho volvió a ser determinante para el Barcelona, muchos partidos después de la última vez, y le puso el candado a la victoria de su equipo mucho antes de lo que creía hasta el culé más optimista. Porque hasta los cinco minutos finales del primer tiempo el Barça había puesto murmullos en la grada y algún silbido de reprobación. Osasuna tenía el partido controlado y había llegado claramente hasta la portería. Víctor salvó dos ocasiones, de Webó y David López, que fueron la réplica a sendas escapadas de Xavi y Giuly, ambas desperdiciadas ante Sanzol. Pero entonces apareció Ronaldinho, primero con un pase magistral para la no menos brillante definición de Etoo: se adelantó a Josetxo y empalmó un zurdazo cruzado, inapelable. El brasileño se asomó después por el área de Osasuna, intentó desbordar a Puñal y se tiró a la piscina como lo habría hecho Michael Phelps; la generosidad del árbitro le concedió un penalti que él mismo transformó en el 2-0.

Tranquilidad.

Con esa ventaja, desmesurada para lo que había hecho hasta entonces, el Barça afrontó la segunda mitad con la tranquilidad que da el llevar los bolsillos llenos. En los primeros 45 minutos Osasuna dio una lección de coraje y organización táctica, palió la baja de Pablo García con un laborioso Guzmán y sólo sufrió por el flanco derecho de su defensa. Por ahí se colaron Etoo y Ronaldinho, por ahí se le abrió una vía de agua que le hizo llegar escorado al descanso.

Javier Aguirre, que lo vio desde la grada por una sanción disciplinaria, ordenó dos cambios en cuanto comenzó la segunda parte. Aloisi, que estaba algo tocado, entró por Webó y Raúl García, un chico que pasó directamente del Juvenil al primer equipo de Osasuna, sustituyó a Valdo. No cambió radicalmente nada en el equipo navarro, porque entonces le esperaba el Barça que más se gusta, el que le da la pelota a Xavi, el que se asienta en la sobriedad de Márquez en la contención, el que encuentra a Deco para oxigenar (el portugués se movió a la derecha tras la marcha de Giuly)... y el que confía en Ronaldinho.

El crack mediático volvió a aparecer, a pesar de las molestias en un hombro que le dejó el piscinazo del penalti, para una jugada monumental: le hizo un sombrero estando de espaldas a Josetxo, controló la pelota cuando bajó y le dio un pase a Deco dentro del área; no pasó nada, pero el Camp Nou ovacionó la magia de Ronaldinho.

El joven argentino debutó en el derby, viajó a Milán y ayer tuvo unos minutos más. No entró mucho en juego, pero enseguida recibió un pase en el área, frenó, recortó y pasó atrás como hubiera hecho un veterano. Está para jugar, como Iniesta, pero Frank Rijkaard los guarda demasiado, a pesar de las numerosas bajas.

Con comodidad, como quien se pasea en bata por el salón de su casa, el Barça transitó el camino hacia el final, con otro gol de Etoo incluido. Osasuna, que echó de menos a Savo Milosevic, tendrá noches mejores.

Aguirre lo sufrió en la grada

El entrenador de Osasuna, que cumplió ayer una suspensión por dos partidos, tuvo que ver el encuentro desde la tribuna del Camp Nou. Hubo quien le pidió algún autógrafo.