El héroe del ascenso, el hombre que entró en la historia del Geta con aquellos gloriosos cuatro goles en Tenerife, se dio un festín ante los leones. Tres zarpazos, tres, de un inmenso Pachón decidieron el duelo ante el Athletic, triplete de todos los colores, toda una amplia y variada gama de remates que acreditan a los goleadores de peso, a los tigres del área: el primero con la derecha, ganándole la espalda a Aranzubía y a Karanka tras un envenenado centro de Riki; el segundo por la fe del cazador que persigue su pieza hasta que la cobra, siguiendo la trayectoria del balón corto y torpe que echó atrás Prieto, y cortando con su pierna el apresurado despeje de Aranzub y el tercero de cabeza a centro de Cotelo. Luis, anota en tu agenda: ¡Pachón Selección!
Frente a la voracidad de Pachón, el Athletic apenas opuso resistencia. Se esperaban leones, pero su falta de fiereza bien permite tirar del fácil recurso de que no salieron de su jaula. Bueno, uno sí, Etxeberria, llamado el gallo por su casta, que a punto estuvo de cambiar el signo del partido cuando entró cacareando en el segundo tiempo.
¡Ahí va el Geta!
Así que entre un tigre y un gallo escribieron las letras de oro de un partido que lanza al Getafe a una selva de relativa tranquilidad, seis puntos, uno más incluso con los que se queda su histórico rival, uno de los tres nobles de la Liga que llenó el Coliséum porque, más allá de resultados, la tradición y el peso de la historia siempre caminan junto al nombre del Athletic. Eso sí, ayer no, ayer mostró flojera.
Valverde no pudo contar con el lesionado Ezquerro, y al final tampoco con Yeste, el chico de los calzoncillos de oro, con una gastroenteritis que añadir a su sobrecarga muscular. Pero el técnico se equivocó regalando además la suplencia de Etxebe: así que la línea creativa quedó sin ningún titular y en los pies de Arriaga-Jonan-Angulo, tres de esos chicos que prometen, pero aún verdes. Y atrás hubo confusión y dudas.
La gloriosa tarde de Pachón tampoco debe eclipsar los ajustes finos de Quique Flores, que puso candado a su zaga, que entró por las bandas a la contra con Cotelo y Riki, que mandó en la media con Rivas y Gabi y que trabajó con Míchel los desmarques de Pachón. Sí, ¡ahí va el Geta!
1.500 vascos en el Coliséum
Llenazo en el Coliséum con unos 14.500 espectadores, y buena afluencia de hinchas del Athletic, cerca de 1.500, que se dejaron notar en el gol del empate de Etxebe pero que luego no pudieron festejar nada por la mala tarde del equipo.
