Camacho da las claves para salir del caos

Primera | Real Madrid

Camacho da las claves para salir del caos

Camacho da las claves para salir del caos

jesús aguilera

Si Camacho fuese un resultadista estaría tranquilo (cuatro partidos oficiales, cuatro victorias), pero el técnico ve detalles que demuestran que su equipo debe mejorar bastantes conceptos. Por eso dispuso ayer un entrenamiento variado, en el que ensayó muchos movimientos con balón para aumentar la velocidad de crucero de sus hombres.

Nada más finalizar el partido con el Numancia, Camacho entendió que los pitos del Bernabéu no eran gratuitos. El domingo leyó los periódicos antes de ir a ver al filial y constató que existía una coincidencia entre lo que el cuerpo técnico percibe con preocupación y las taras del juego denunciadas por los medios. Equipo lento, sin verticalidad, nula movilidad sin balón y muchos vicios adquiridos. Jornada de reflexión el domingo y manos a la obra en la mañana del lunes.

Intensidad.

Después de desentumecer los músculos y las ideas de sus hombres (sólo faltaban Woodgate, Borja y Pavón), el técnico sacó en el entreno su librillo, cuyos capítulos fueron transparentes como la gelatina: presión al rival desde el campo contrario, no dejar que el rival piense cuando lleva la posesión del balón, buscar la verticalidad con desmarques continuos en banda, soltar la pelota al primer toque nada más recibir en la zona de creación y buscar un remate rápido a gol en cuanto haya disposición de tiro sin recurrir a la filigrana.

Todo puede sonar un tanto paramilitar en un equipo donde la celebridad de sus jugadores ha nacido del libre albedrío, pero la parsimonia exhibida por el Madrid en los partidos ante Mallorca y Numancia ha obligado al técnico a buscar revulsivos que reactiven la intensidad de su colectivo. Camacho está satisfecho con cuestiones como la mayor cohesión existente entre líneas, traducidas en un orden defensivo que ha dejado virgen el portal de Casillas. Pero en Leverkusen tiene que verse otro Madrid. Al menos, con el que sueña su entrenador.

Presión absoluta al rival en su propio campo

Una de las cuestiones que dispuso ayer Camacho, con dos equipos enfrentados sin porteros para poner más acento en el trabajo táctico, fue la de obligar a los centrocampistas y delanteros a iniciar la presión al rival en su propio campo. El objetivo es reducir las posibilidades del adversario en traspasar la línea de volantes y llegar cómodos al área de Casillas.

Este trabajo en los entrenamientos pudo verse en la primera parte con el Numancia, en un balón que robó Zidane en la línea de tres cuartos que estuvo a punto de provocar un gol a la contra del crack francés. Raúl es clave en esa función.

No dejar nunca pensar al adversario con balón

Hay una máxima del fútbol que regularmente sólo respetan los equipos graníticos y disciplinados, estilo Grecia, Oporto y Valencia. Evitar que el adversario tenga la posesión de la pelota como primer camino para imponer tu mando en el partido. Para Leverkusen, Camacho pidió ayer a sus hombres que atosigasen su línea de medio campo (sobre todo a Freier y Robson Ponte) para evitar que tengan tiempo de pensar.

Camacho cree, con criterio, que su equipo debe coger el hábito de apoderarse del balón gracias a su superioridad técnica, para lo que es preciso evitar que el rival se adueñe del balón.

A la primera oportunidad, a disparar a portería

Camacho es partidario del fútbol directo a la hora de definir ante el gol. Por eso el sábado quedó muy satisfecho con la labor de Ronaldo, aunque el crack brasileño no marcase ante el Numancia, dado que como el propio técnico dijo tras el partido: Ronaldo no ha parado de intentarlo y siempre que ha cogido la pelota ha ido en vertical hacia el área rival. Pero no siempre te puede salir la jugada.

La antítesis para el entrenador fue la jugada en la que Zidane encaró a Núñez. El francés, exquisito con la pelota, optó por intentar regatear al portero uruguayo en vez de tirar a gol, lo que permitió al arquero del Numancia arrebatarle la pelota. Con 1-0 en el marcador, Camacho no quiere filigranas.

Colocación de la defensa cuando se pierde el balón

El pasado sábado, Figo demostró ante el Numancia tener muy claro los objetivos estratégicos de su técnico. Tras perder un balón en ataque Roberto Carlos, el portugués se pegó un carrerón de treinta metros para tapar una contra por la banda derecha del griego Kiassos. Envió el balón fuera de banda y ahí quedó claro el objetivo del técnico: repliegue inmediato de todo el equipo cuando se pierde la pelota en ataque.

Se trata de evitar situaciones en superioridad numérica del rival por una simple cuestión de desidia del Madrid en el repliegue de líneas cuando se pierde la posesión del balón.

Mayor circulación de la pelota y más rapidez

Camacho sabe que ante el Numancia el gran problema fue la lentitud de su equipo producto de su fútbol previsible, condicionado en muchas fases del encuentro por los pases horizontales y la retención del esférico en el centro del campo con tres o cuatro toques antes de cruzar la medular. Ya ante el Mallorca dejó claro lo que menos le gustó: El balón no es de un jugador, sino de todo el equipo.

El técnico quiere alimentar en Helguera, Beckham y Zidane el afán por recibir y pasar con sentido de la verticalidad y la inmediatez, para sorprender al rival y ganar metros con mayor frescura de la vista hasta ahora.