Dos días después, un escupitajo vuelve a ser noticia en la Eurocopa, en esta ocasión el de Alexander Frei a Steven Gerrard en el Suiza-Inglaterra del pasado jueves en Coimbra. Se reabre así el debate sobre el vídeo-arbitraje, ya que han vuelto a ser las imágenes grabadas por una cadena de televisión, en este caso de la alemana ZDF (como ya ocurriera con la danesa DR en el caso de Totti con Poulsen, saldado con tres partidos de sanción al italiano), las que se erigen en jueces de lo que el árbitro no vio en el campo.

La UEFA anunció la apertura de una investigación por el incidente e instó a las partes implicadas a presentar pruebas. Ni la Federación Inglesa de Fútbol ni el propio Gerrard han presentado una queja y la UEFA estudiará las declaraciones de los jugadores y el vídeo antes de decidir si pone en marcha un proceso disciplinario, rezaba el comunicado. No le escupí. Nunca haría algo así. Soy un jugador de carácter y no un angelito, pero ese tipo de acciones no van con mi forma de ser. Sí dije algún taco, pero eso es algo normal en el fútbol, dijo Frei entre un enjambre de micrófonos. Luego tragó saliva. Ahora es la UEFA la que tiene la última palabra.