Sánchez Llibre se reúne con el nuevo técnico Ramón Moya y los capitanes
El miércoles se producirá la destitución definitiva de Juande Ramos.
El presidente del RCD Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, no ha dejado pasar ni un minuto y a primera hora de la mañana se ha reunido con los cinco capitanes del primer equipo y con el nuevo técnico, Ramón Moya, que sustituye a Juande Ramos, suspendido de sus funciones hasta el próximo miércoles cuando se decida su cese.
El mandatario españolista estuvo reunido por espació de media hora con los cinco capitanes de la plantilla entre los que se encontraban Raúl Tamudo y Martín Posse, que pese a no estar concentrados para el encuentro de esta tarde ante el Recreativo de Huelva se acercaron al hotel de concentración del equipo.
Sánchez Llibre explicó de viva voz la decisión tomada ayer a la una de la madrugada de apartar al técnico Juande Ramos y poner en su lugar al técnico del Espanyol B, Ramón Moya, que abandonó Burgos, donde hoy juega el filial blanquiazul, para estar tarde en Montjuïc dirigiendo al primer equipo blanquiazul.
Junto a Tamudo y Posse, estuvieron en representación de la plantilla Toni Soldevilla, Alfred Argensó y Angel Morales. Además, estaban representados todos los estamentos del club de cara a hacer piña para el trascendental encuentro ante el Recre, que está viviendo con asombro lo que le está sucediendo en la últimas horas al conjunto catalán.
José Manuel Casanova, coordinador del fútbol base, y el director deportivo, Sergio Morgado, que fue el encargado de traer a la reunión al técnico Ramón Moya, que se encontraba instalado en otro hotel de Barcelona, pues llegó a la Ciudad Condal a las cinco de la mañana, también formaron parte de la reunión en la que se le trasmitió a Moya y a su ayudante, Eloy Pérez, toda la confianza para afrontar el cometido encargado.
Suspendido de madrugada
El españolismo vivió ayer una de sus noches más agitadas de toda su historia. El técnico, Juande Ramos, fue suspendido cuando apenas faltaban quince horas para un partido vital para el conjunto catalán, colista con un punto, los mismos que el Recre.
La mala situación deportiva y el total distanciamiento del entrenador con el Consejo de Administración, unido a la 'rajada' en toda regla del técnico ayer contra los dirigentes españolistas, precipitaron una destitución que tomará forma el próximo miércoles cuando se reúna el consejo de forma extraordinaria, ya que legalmente debe ser el Consejo de Administración el que tome la decisión y no la comisión ejecutiva.
El miércoles será el día que Juande dejará de ser técnico del Espanyol, algo que ya pudo suceder el pasado 15 de junio cuando el entrenador manchego ofreció una rueda de prensa para negar que quisiera dimitir por las primeras discrepancias con la directiva, algo que ayer desveló que sí era verdad.
El presidente, por su parte, ya comunicó ayer: "Espero que tanto Moya como Eloy -Pérez- sigan durante muchos años, como en su día Paco Flores". Sánchez Llibre también asumió su parte de culpa en lo sucedido.
"Se apostó fuerte por el proyecto y no ha salido bien. Mea culpa. Si tuviera que haber alguna dimisión sería la mía, y no me la he planteado", significó el presidente, que dejó claro que "en ningún momento ha habido intromisión en la tarea del entrenador".
"Si de algo ha pecado esta junta directiva ha sido de no
interferir. No hemos entrado en el vestuario", zanjando la polémica sobre quién es el que sugirió que Alex Fernández, Oscar García y Martín Posse -el detonante de las duras críticas del técnico hacia el consejo- fueran apartados del equipo.
La decisión ha provocado un pequeño desbarajuste en el fútbol base españolista. Así, Moya viajó a Barcelona para hacerse cargo del primer equipo, mientras que Angel Pedraza se desplazó a Burgos para dirigir al filial esta tarde. No obstante, será Bartolomé 'Tintín' Márquez el que asuma la dirección del Espanyol B a partir de mañana, mientras Pedraza dirigirá al juvenil.
Moya, un hombre del fútbol base
Ramón Moya tiene 46 años de edad y ha entrenado a L´Hospitalet, Nàstic de Tarragona y desde hace cuatro años es el máximo responsable del Espanyol B con el que ascendió a la Segunda B y con el que ha disputado dos liguillas de ascenso a Segunda.
Gran conocedor del fútbol base, su trabajo no ha pasado
desapercibido para los rectores españolistas que aprecian su buena labor con las jóvenes promesas del club catalán. Los Jarque, Luismi, Jonathan, Marc Bertrán, Postigo, Juvenal, Lopo y compañía han pasado por sus manos.
