El presidente del Oporto portugués, Jorge Nuno Pinto da Costa, ha anunciado a la prensa la suspensión inmediata de los trabajos de construcción del nuevo estadio del club, que debería acoger el partido inaugural de la Eurocopa del año 2004.

Pinto da Costa no quiso precisar si esta decisión era de carácter irrevocable o podría ser revisada, ya que el Oporto ha invertido en la obra unos 17 millones de dólares (cerca de 20 millones de euros) hasta el momento.

Además, afirmó que la suspensión de los trabajos fue decidida tras el anuncio por parte del nuevo alcalde de Oporto, Rui Rio, de la reducción de 40.000 a 10.000 metros cuadrados de la superficie acordada a una de las zonas comerciales previstas en el plan de recuperación del barrio de Das Antas.

En torno a esta polémica, el presidente portugués, Jorge Sampaio, ha criticado las declaraciones del presidente de la UEFA, el sueco Lennart Johansson, según las cuales el máximo organismo del fútbol europeo podría retirar a Portugal la organización del campeonato de Europa de naciones de 2004, precisamente por problemas en la construcción de los estadios.

Un compromiso mutuo

Las palabras proferidas este jueves por Johansson en Tokio fueron recibidas como una especie de amenaza en Portugal, que vive una fuerte polémica por el enfrentamiento entre el Oporto y el alcalde de la ciudad, Rui Rio, a causa de la construcción del nuevo estadio del club donde debe disputarse el partido inaugural de la Eurocopa.

Sampaio, a su regresó de una vieja oficial a Túnez, declaró que "Portugal es un país soberano que tiene un compromiso con la UEFA, pero la UEFA también tiene un compromiso con Portugal".

El jefe del Estado agregó que Portugal "cumplirá con lo comprometido, pero la UEFA también un compromiso serio con el país, que con certeza no dejará de cumplir".

Las declaraciones del presidente del fútbol europeo preocuparon al ministro de la Juventud y Deportes, José Lello, quien culpó de los problemas y de la reacción de Johansson al alcalde portuense.

Una polémica insensata

Lello aseguró que la reacción del mandatario de UEFA es fruto "del descrédito causado por una polémica insensata, de una barrera inconsecuente que los alcaldes, principalmente el de Oporto, levantaron frente a la Eurocopa, que transcurre con rigor y en los plazos previstos".

Insistió en que el único problema para la organización del campeonato es el estadio portuense de "Das Antas", cuya suspensión procede de la posición del alcalde de la ciudad, quien aseguró que el Ayuntamiento necesita de unos 60 millones de euros para las obras de acceso al recinto deportivo.

La posición de Rio, que en principio rehusó aprobar el nuevo plan de urbanización de la zona de "Das Antas", necesario para concretar el proyecto del estadio, se fue suavizando y en las próximas horas se esperaba que anunciase su aprobación aunque con modificaciones en el área destinada al comercio, lo que ha conllevado finalmente a la paralización de las obras.

El proyecto de la Eurocopa 2004 ha obtenido este viernes el respaldo total de José Manuel Durao Barroso correligionario de Rio y líder del Partido Social Demócrata (PSD), que, según los sondeos, parte como favorito en las elecciones legislativas del próximo 17 de marzo.