-En Vitoria volvió a demostrar que está atravesando por un gran momento de forma.

-Todos hicimos un buen trabajo. Hay algunas acciones en el área que son decisivas y que premian en exceso al portero como puede ser un penalti. Tuvimos un partido muy tranquilo y eso es porque el equipo jugó muy bien. Apenas tuve que tocar la pelota gracias a lo atento que se mostró todo el conjunto.

-Y, de nuevo, volvió a parar un penalti tremendamente decisivo.

-En esas acciones influye también la fortuna. Es injusto no nombrarla. Hace falta que nos acompañe para que podamos ganar puntos. Al final, el portero es protagonista en algunas acciones puntuales. A veces sale beneficiado y obtiene una recompensa importante, aunque un poco injusta, pero también es muy injusto lo mal que uno lo pasa cuando no tiene la suerte de estar bien y un error suyo le cuesta muy caro tanto al equipo como a él.

-¿Qué se le pasa por la cabeza cuando mira la clasificación y ve colocado al Valencia como el actual líder de Primera División?

-Lo cierto es que estamos preocupados porque somos un equipo que tiene muchas ganas y a veces ser líder es un estímulo demasiado grande que hay que asumir. A ver cómo reaccionamos jugando con el liderato. Nos encontramos con tranquilidad, prudencia y con la preocupación que supone tener el valor añadido de ser los primeros en estos momentos.

-Entonces, ¿cree que puede pasarle factura al equipo haber alcanzado el liderato a estas alturas de la temporada?

-Jugar siendo líderes a veces es un inconveniente, pero tampoco debemos olvidar que queda mucha Liga. Son muchos los equipos que están ahí y será muy difícil mantener este puesto hasta el final. Lo importante es ser líderes en la última jornada. No me preocupa ahora ser líder durante mucho tiempo. Lo que quiero es seguir arriba y que no se me vaya ningún equipo para estar al final luchando con opciones.

-¿Cree que este equipo está preparado mentalmente para asumir este importante reto?

-No lo sé. Ahora estamos trabajando en eso. Además, mañana jugamos contra el Celta, al que según he podido leer le pesó la presión el otro día contra el Depor. Vendrán más desahogados que si fueran líderes, sin esa presión y ese gusanillo que te hace vivir un partido con una sobremotivación que no es buena, como nos ocurrió ante el Valladolid, ya que fue lo que nos hizo cometer errores.

-Usted es el único de la plantilla del Valencia que sabe lo que es ganar un título de Liga. ¿Tiene algún consejo para sus compañeros?

-Yo no tengo que dar consejos a nadie, únicamente estoy buscando la manera de volver a ser campeón de Liga. No sé dónde está la receta. Tenemos que dar todo cada uno para que los días en los que el equipo cambia no se note. Ése es un gran mérito. Ahí es donde se forja un equipo campeón, cuando un jugador juega después de dos o tres semanas sin hacerlo y rinde al mismo nivel que el compañero que sale del equipo. Lo mejor es sentirnos todos un poco partícipes de este éxito.

-Al principio de temporada se dudaba de lo que podía aportar Rafa Benítez. ¿Qué parte de culpa tiene en lo que está logrando el equipo?

-Es el responsable de que el Valencia mantenga el nivel cuando hay cambios. Ha sabido jugar con las rotaciones e incentivar a todos los jugadores. Sólo pido a mis compañeros que tengan plena confianza en las decisiones que está tomando el entrenador.

-Pero, ¿las rotaciones que está haciendo no pueden resultar al final perjudiciales?

-El equipo necesita de los 23 jugadores que hay en la plantilla. En nuestras manos está poder sobrellevar estas situaciones. Está claro que a todo el mundo le gusta participar, y más ahora que el equipo está bien, y cuando uno se queda fuera lo lamenta. Pero si se identifica con el proyecto y sigue trabajando, volverá a tener una oportunidad.